Antes de que México se convierta en un país de lectores, debe existir justicia social

El Discurso
Martes, 25 de Octubre de 2016

Paco Ignacio Taibo II acompañó al escritor en la presentación del libro Corazonadas el último día de la FIL Zócalo 2016. Foto: PI

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* Un sistema educativo que te obligue a leer a Quevedo a los 10 años no es sano, dice Benito Taibo

* Paco Ignacio Taibo II acompañó al escritor en la presentación del libro Corazonadas el último día de la FIL Zócalo 2016

Pensar que México puede convertirse en un país de lectores sin tener acceso primero a un marco de justicia social, es una contradicción, consideró el escritor Benito Taibo en la presentación de su libro Corazonadas, realizada durante la última jornada de la XVI Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México.

“Esa mesa democrática en la que nos sentamos todos los mexicanos debería estar sostenida por una mayor justicia social, una mejor educación y acceso a la cultura”, señaló Benito Taibo, quien presentó su nuevo libro, editado por Planeta, que ya está disponible en las librerías, en el Foro Bertolt Brecht.

Taibo, uno de los promotores culturales más importantes en México, se pronunció a favor de la libertad de elección que niños, adultos y cualquier persona posee a la hora de elegir qué libro quiere leer: “Leer a Quevedo a los 10 años es una perdición. Los sistemas educativos que estimulan la lectura por obligación, o a cambio de un premio, no funcionan. Alejan a las personas del gusto por el hábito de la lectura, que ya lo piensan como una obligación”.

Hizo referencias a las posibilidades y virtudes del hábito de la lectura: “Leer es resistir. Aquel que lee mirará el mundo con otros ojos, será capaz de meterse en otros cuerpos, en otras vidas y transformar, de entrada, su entorno inmediato. Puede que el libro no cambie el mundo, pero sin duda puede cambiar al niño, al hombre, a la mujer que lee y, en consecuencia, esta persona sí cambiará el mundo”.

El periodista y poeta señaló las implicaciones humanas y culturales del hábito de la lectura, luego de aseverar que somos lo que leemos, además de que ayuda a comprender contextos sociales.

“Yo me llamo Ana Frank. Soy una niña judía de 13 años que vive en Ámsterdam y estoy encerrada en el ático del edificio de departamentos en donde vivimos, mirando aterrada y con absoluto terror lo que está sucediendo en mi ciudad y en el mundo. Los nazis están cometiendo enormes barbaridades y crímenes de lesa humanidad, por eso estoy escribiendo un diario: para que nadie lo olvide, para que todos recuerden estos obscuros tiempos y no se vuelvan a repetir”, narró el autor como una manera de ejemplificar la simbiosis que existe entre lector y libro cuando se lee.

Benito Taibo concluyó su participación pidiendo al lector perder la “reverencialidad” a los libros: “Nos han enseñado que un libro sólo sirve para leer. Y no. Todos mis libros están rayados o doblados porque dejan de ser ese mero objeto de estudio y fuente de conocimiento para hacerse cómplices, compañeros de viaje”.

Por su parte, Paco Ignacio Taibo II, también escritor, dijo que la crítica literaria está sumida en una crisis, pues está secuestrada por grupos a los que sólo importa el valor mercadológico de los libros e incentivan la lectura con meros fines económicos. También se refirió a los sistemas educativos que obligan a leer a los niños literatura clásica.

“Se están creando en la adolescencia vacunas contra la lectura, que estimulan la aberración al hábito de la lectura; leer es obligatorio; leer tiene que ver con premio o castigo. Pero no es así: leer tiene que ver con el placer, el descubrimiento, la subversión”.

Corazonadas es un libro que cuenta la historia de amor entre un tío, el Tío Paco, y su sobrino Sebastián, a quien se ve obligado a criar a pesar de nunca haber deseado ser padre.