Frausto y los retos de la Cultura (2a Parte)

Julio Castrejon / El Discurso
Lunes, 15 de Octubre de 2018

Actualmente lo que recauda Teotihuacán y Chichén Itzá (por citar las dos más visitadas) se va íntegramente a la licuadora de la federación, poco dinero regresa a las zonas arqueológicas . Foto: P I/ Hector Osnaya

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Refrendar las declaratorias de patrimonio mundial es el reto de la futura administración cultural en México, el reto es complejo, y más cuando el sector ha ido a la baja en recursos, mantener sitios patrimonio de la humanidad no sólo es un problema económico, se requiere avanzar en planes de manejo, una conceptualización académica que otorgue continuidad a la investigación histórica y científica, dotar a los sitios de áreas de servicios suficientes para abrirlos al público y sean autosustentables es otro reto complicado para Alejandra Frausto, lograr que las autoridades fiscales destinen un mayor porcentaje de lo recaudado en zonas arqueológicas y museos sea destinado a los propios recintos, ampliar la investigación, conservación y difusión, actualmente lo que recauda Teotihuacán y Chichén Itzá (por citar las dos más visitadas) se va íntegramente a la licuadora de la federación, poco dinero regresa en forma de ingresos autogenerados e etiquetado para mantenimiento de ambos sitios arqueológicos, pero nada de lo que Chichén Itzá, alrededor de 570 mil visitantes en 2017, se queda para continuar con labores de investigación, restauración y conservación, eso sin contar con la doble taquilla que el público debe pagar al gobierno del estado de Yucatán, ese es el reto, regular y gestionar la auto sustentabilidad de los sitios y museos.

En la columna anterior describí la importancia de la cultura en la economía de México, un dato elocuente: en 2017 se registraron más de 6.1 millones de visitantes nacionales y extranjeros a las zonas arqueológicas de nuestro país y para 2018 se estima una derrama turística superior a 21.3 Mmdd, (21 mil 300 millones de dólares) en lo que va del sexenio de EPN no se han contratado, ni basificado a jóvenes Arqueólogos, restauradores o conservadores y cuando llega a suceder lo hacen en condiciones laborales injustas (sin seguridad social o prestaciones) y temporalmente con sueldos de 5 mil y 7 mil pesos al mes, además de vivir en la incertidumbre del pago, como ocurre y es denunciado por personal contratado por capítulo 3000, quienes han tenido que resistir demoras hasta de 6 meses para recibir su salario.

El reto de Alejandra Frausto es modificar ésta realidad, transformarla o al menos corregir e edificar nuevas instituciones que den viabilidad al patrimonio cultural con cimientos financieros, legislativos de protección y renovar cuadros especializados otorgando seguridad en el empleo y por supuesto una mayor difusión de nuestra milenaria cultura que se ha visto agobiada por una burocracia disfuncional y poco eficiente.En otra entrega hablaré del tema de los museos, esa es harina de otro costal.

@julio_castre