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Influencia masónica en la Independencia

EL DISCURSO
Martes, 26 de Enero de 2016

La exposición en el Museo Nacional de las Intervenciones finaliza el 31 de enero. Imagen: INAH       ver galería

> Últimos días de la muestra “Símbolos y Libertad. La masonería en la Independencia de México” en el Museo Nacional de las Intervenciones


> Presenta alrededor de 91 piezas, que incluyen cuadros originales, fotografías, herramientas de albañilería, libros, monedas y símbolos masónicos


Los símbolos masónicos, como la escarapela tricolor y el “ojo que todo lo ve” tienen relación con la Independencia de México.

El Museo Nacional de las Intervenciones, a través de la exposición “Símbolos y Libertad. La masonería en la Independencia de México” presenta un panorama sobre el papel que tuvo la masonería en la Independencia a finales del siglo XVIII e inicios del XIX, a través de las tertulias literarias o juntas clandestinas que condujeron a conspiraciones, arribo y desarrollo de las logias masónicas.

La muestra está conformada por alrededor de 91 piezas, de las cuales se pueden apreciar 23 cuadros originales de personajes como el conde de Revillagigedo, del Virrey Juan de O’Donojú, o el estandarte de la Virgen de Guadalupe, por mencionar algunos; además de diferentes símbolos masónicos como la escarapela tricolor y el “ojo divino que todo lo ve”, a propósito de figuras geométricas presentes dentro de dichas insignias.

También se exhiben algunas fotografías de retratos y de una ceremonia de iniciación masónica. Incluye libros, herramientas de albañilería (como la cuchara, el nivel, la plomada o el martillo) y monedas masónicas en cuyos grabados se presumen algunas representaciones del “gorro frigio”, otro símbolo masón que tuvo su nacimiento en la Revolución Francesa en 1789 y que significa libertad.

Entre estos elementos destaca unos guantes y dos mandiles, utensilios importantes que simbolizan el trabajo del masón y eran empleados en ceremonias de iniciación. Los guantes significan el trabajo del hombre en forma pura y el mandil es el medio que utiliza el masón para representar la elaboración de un trabajo determinado. Los mandiles —además de representar un grado— contienen el grabado de varios símbolos masónicos.

La muestra, detalló Gaspar Hernández, historiador y curador de la exposición, se encuentra dividida en tres unidades temáticas: la primera incluye aspectos generales que abarcan parte del proceso de transición de la masonería operativa o antigua (integrada por albañiles y constructores) a la masonería especulativa o moderna (la que estudia las nuevas ideas, las ciencias y filosofía).

La segunda unidad abunda sobre los antecedentes de la masonería en la Nueva España, y la tercera se centra en el papel que jugó en la movilización insurgente.

Para una mejor comprensión de los visitantes, indicó el historiador, en la exposición se colocaron cuadros sinópticos que resumen parte de la legislación masónica, el uso de la simbología, grados masónicos, procesos inquisitoriales y una línea del tiempo que detalla el establecimiento de las logias masónicas como su desarrollo en la Nueva España.

Inicia con el establecimiento formal de la masonería en México en 1806, con la primera logia llamada “Arquitectura Moral”, a la que pertenecía Ignacio Allende, Miguel Hidalgo y Juan Aldama, personajes clave del movimiento independentista; aunque se da el antecedente de la primera evidencia documentada de la masonería en 1789, con Juan Esteban Laroche, prominente relojero masón de origen francés, en cuya casa localizada en la capital, se celebraron reuniones.

Posteriormente, se hace mención de la subsecuente formación de logias, como la “Secta de los Guadalupes”, instituida en 1811 y desaparecida de la escena política en 1814. Dicho grupo, acentuó el curador, es quien apoya de manera financiera, con tinta e imprentas a los insurgentes, destacando entre ellos a Leona Vicario y Josefa Ortiz de Domínguez.

“Después de la aparición de otras logias, en 1817 se reorganiza la masonería mediante tres cartas aprobadas en Estados Unidos por la gran logia de Louisiana, que sirve como sostén para llevarse a cabo la Independencia de México. En 1821 además se forma la logia ‘El Sol’, dirigida por el periodista español Manuel Codorniú, quien apoyó el Plan de Iguala para firmarse el tratado de Córdoba; finalmente se consume la Independencia”, explicó.

Para el historiador la masonería tiene un papel muy importante en la guerra de Independencia pues se da dentro de las corrientes ideológicas que prevalecían entonces y expandían en Europa, como la Ilustración, Enciclopedismo y Liberalismo, en la que destaca la obra de grandes pensadores ingleses y franceses como Voltaire, Montesquieu, Denis Diderot o John Locke.

En la Nueva España extranjeros y criollos notables como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Leona Vicario, Nicolás Bravo, Ignacio López Rayón, Vicente Guerrero, entre otros, en juntas clandestinas o tertulias literarias compartieron estas nuevas formas de pensamiento, que condujeron a las conspiraciones y al desarrollo de las logias masónicas.

Ahí fue donde los criollos impulsaron doctrinas de libertad, independencia y soberanía, circunscritas en las obras de los pensadores ingleses y franceses a los que dieron lectura.

“Las revoluciones liberales como la francesa, la norteamericana y la invasión napoleónica a España, despertaron la conciencia de las élites ilustradas para conducir el estallido de movimientos emancipadores en América. Sin embargo, la Independencia de México no fue un producto del pensamiento masón, sino un fenómeno generado por la sujeción de la Iglesia y el virreinato que ejercieron sobre la sociedad novohispana”, concluyó.

La exposición “Símbolos y Libertad. La masonería en la Independencia de México”, está conformada por piezas pertenecientes a las colecciones del Museo Nacional de las Intervenciones, al Nacional de Historia y el Nacional del Virreinato, y estará en exhibición hasta el 31 de enero.

Se presentará en el Claustro del Museo, ubicado en 20 de agosto esquina con General Anaya S/N, col. San Diego Churubusco, delegación Coyoacán muy cerca del metro General Anaya. El horario de exhibición es de 9:00 a 18:00 h, y tiene un costo de entrada de martes a sábado de $52.00, con 50% de descuento a estudiantes, maestros y personas del INAPAM con credencial autorizada. Domingo entrada libre.


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