Museo madrileño inaugura muestra de últimos días de Van Gogh
Ciaran Giles/AP
Martes, 12 de Junio de 2007
Luz y color predominantemente verdes, azules y amarillos y las típicas pinceladas gruesas de Van Gogh, emergen de los lienzos. Foto AP
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Madrid, España, 12 de junio. Cuando Vincent van Gogh llegó al pequeño pueblo francés de Auvers-sur-Oise a finales de mayo de 1890 en búsqueda de una nueva vida tras un año en un asilo mental, se embarcó en una jornada de creatividad sin límites que le vio producir más de 70 cuadros en dos meses.
Esa explosión creativa resultó ser su despedida. Van Gogh se dio un balazo el 27 de julio y murió dos días más tarde, a los 37 años.
A partir del martes, el Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid exhibe 29 obras en lo que es calificado como la primera muestra que se concentra en los últimos días del artista holandés.
Titulada "Los últimos paisajes", la exposición consiste de 26 pinturas y tres dibujos conseguidos de galerías y colecciones privadas en todo el mundo. Para proveer puntos de comparación están incluidas seis piezas de Cezzane, Pissarro y Daubigny, que también se inspiraron en Auvers antes que Van Gogh.
"Yo estoy trabajando mucho y más rápidamente en estos días", escribió Van Gogh a su hermana el 13 de junio desde Auvers. "Con ello busco encontrar una expresión para la muerte desesperadamente rápida de las cosas en la vida moderna".
Luz y color _ predominantemente verdes, azules y amarillos _ y las típicas pinceladas gruesas de Van Gogh, emergen de los lienzos, en los que el artista regresa a sus temas favoritos de campos y bosques, caminos rurales y granjas.
Obras deliciosas como "El jardín de Daubigny", "Maleza con dos figuras" y "Paisaje al anochecer" se suman a "Les Vessenots" en una compacta muestra que representa un bienvenido descanso de las enormes exhibiciones que son usuales en el Thyssen.
Van Gogh había acudido a Auvers por consejo de su hermano y patrón, Theo. El principal curador del Thyssen, Guillermo Solana, explica que allí el pintor buscó salud y tranquilidad luego de su estadía en el asilo y una vida que el percibía como un fracaso.
"Auvers fue una liberación. El quería volver a empezar. Tenía todo el entusiasmo, la esperanza y las ilusiones de un nuevo comienzo", dijo Solana, que piensa que el suicidio fue "casi un accidente".
"No hay indicios de que él iba a matarse", dijo Solana. "No fue un suicidio premeditado, sino más bien el resultado de una crisis aguda de ansiedad y pánico.