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Oscar a mejor película no siempre es por la mejor película

Jocelyn Noveck/AP
Lunes, 26 de Febrero de 2007

Ningún crítico diría que "The Departed" (Los infiltrados) es la mejor película de Martin Scorsese, ni mucho menos. Foto:PI/Armando ARORIZO       ver galería

Nueva York, EE.UU. 26 de febrero. Sí, "The Departed" (Los infiltrados) es una película inteligente y entretenida. Pero ningún crítico diría que es la mejor película de Martin Scorsese, ni mucho menos.

Claro, había que ser un desalmado para disputarle a este maestro del cine su Oscar ganado con tanto esfuerzo, el primero después de seis postulaciones. Pero se confirma nuevamente una regla del Oscar: el galardón no es siempre va a la obra premiada. Con frecuencia, como en el caso de Scorsese, equivale a afirmar que era largamente merecido.

Dicho de otra manera, el Oscar a la mejor película no siempre es por la mejor película.

Para muchos cinéfilos fue un crimen que Scorsese no ganara la estatuilla al mejor director por "Raging Bull" (Toro salvaje) en 1981, cuando la recibió Robert Redford por "Ordinary People" (Gente como uno), o por "Goodfellas" (Buenos muchachos) en 1991, cuando fue derrotado por Kevin Costner por "Dances with Wolves" (Danza con lobos).

"'The Departed' no pasará a la historia en el mismo nivel que 'Raging Bull"', dice Jonathan Kuntz, profesor de historia del cine en la Universidad de California Los Angeles. "Pero a veces parece que se premia la trayectoria total".

(En efecto, suele ser así. Alfred Hitchcock y Robert Altman, directores legendarios, jamás ganaron el premio al mejor director, pero ambos recibieron galardones especiales: Hitchcock en 1968 y Altman el año pasado, meses antes de morir.)

Cualquier cinéfilo es capaz de recitar una lista de actores que ganaron por papeles que ellos mismos consideraban indignos. Bette Davis no lo ganó en 1935 por "Of Human Bondage" (Servidumbre humana), pero sí al año siguiente por "Dangerous" (Peligrosa), un papel que el historiador Leonard Maltin considera "de poca monta". Elizabeth Taylor no ganó por "Cat on a Hot Tin Roof" (La gata sobre el tejado) en 1959, pero sí dos años después por "BUtterfield 8" (Una Venus en visón), que ella consideraba inferior, dijo Maltin.

Un ejemplo más reciente es el de Al Pacino. Postulado siete veces, entre otras por "El padrino I", "El padrino II" y "Dog Day Afternoon" (Tarde de perros), finalmente lo ganó por "Perfume de mujer" en 1993.

"Lo último que eligen en los Oscar es la mejor obra del año", dice Tom O'Neil, columnista de la página de internet theenvelope.com. "Se trata de repartir abrazos". Y a veces éstos no llegan tarde sino antes de tiempo.

"Cuando Nicole Kidman lo ganó por 'The Hours', fue para convertirla en una superestrella", opina O'Neil. Y cuando Russell Crowe lo ganó por "Gladiador", prosigue, "fue para darle la bienvenida a Hollywood".

Por eso, el cinéfilo furioso porque pasaron por alto a su astro favorito hará bien en recordar el consejo de la difunta Katharine Hepburn _cuatro Oscar a la mejor actriz_ a Audrey Hepburn, cuando pasaron por alto su actuación en "Mi bella dama":

"No te preocupes por no haber sido postulada", le escribió, según los historiadores Mason Wiley y Damien Bona. "Algún día te lo darán por un papel que no lo merece".

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