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Trabajar con niños fue muy útil; son desaprensivos y puros: Mortensen

El Discurso
Lunes, 26 de Septiembre de 2016

Encuentro que son más impredecibles que la mayoría de actores adultos.       ver galería

El actor danés-estadunidense Viggo Mortensen se acomoda en el sofá con la tranquila compostura de un hombre que se dispone a salir hacia la agencia de noticias de la localidad: una imagen muy distante de las muchas interpretaciones que lo han separado claramente del resto de Hollywood: un mafioso ruso en Eastern Promises, el maquiavélico estafador Chester MacFarland en The Two Faces of January y Sigmund Freud (A Dangerous Method). No sólo es un actor selectivo de los papeles que acepta, sino que puede darse ese lujo.

El papel que se añadirá a la exclusiva lista es el de Ben, de Captain Fantastic, quien a lo largo del filme oscila entre una confiable figura paterna y un inadaptado impredecible. Ben vive en despoblado con sus seis hijos, aislado de una sociedad infestada de comida rápida y juegos de video. Él los entrena, los educa y los regaña, sean de la edad que sean; esa forma de vida se ve amenazada cuando la vida los obliga a salir al mundo exterior.

En general, lo admiro, se apresura a expresar Mortensen. “Su diligencia y compromiso para educar a sus hijos y estar junto a ellos es admirable. Hay cosas que yo no haría o diría exactamente en la misma forma, pero promueve una total honestidad y apertura sobre cualquier tema: el sexo, la muerte, el cuerpo… y fomenta la curiosidad y la autosuficiencia. Todo eso es bueno”.

Al pisar alfombras rojas con los seis niños actores, está claro que este filme le dio a Mortensen la oportunidad de tener algo que las giras promocionales rara vez ofrecen: diversión. En una foto tomada en el festival de Cannes se le ve parado con orgullo entre los miembros del elenco, todos mostrando el dedo medio. Todo un emblema si los hay.

“En realidad nunca me adherí al dicho ese de que ‘no trabajes con niños’. Encuentro que son más impredecibles que la mayoría de actores adultos.” Hace un alto. “Digo que la mayoría… Algunos de éstos llegan a ser muy impredecibles y egoístas, y muy extraños, mientras los niños tienden a ser desaprensivos y muy puros; eso me parece muy útil (de manera impredecible) como actor. Depende del enfoque que uno le dé.”

En un tiempo toda una generación de jóvenes cinéfilos tenía carteles de Mortensen, gracias al papel de Aragorn en la trilogía de El señor de los anillos. La mención de este hecho genera una fuerte reacción en el actor, específicamente por una entrevista de 2014 en la que los comentarios posteriores sugirieron que había criticado los métodos del cineasta australiano Peter Jackson, cargados de imágenes generadas por computadora. Se nota que quiere dejar las cosas en claro.

Se hizo mucho ruido con eso, dice con solemnidad. “No es más que la era en que vivimos; al viajar por la Internet, cambió y se convirtió en ‘Viggo detesta El señor de los anillos’, ‘Viggo hace picadillo a Peter Jackson’. No es eso lo que dije. No trato de justificarme, pero en esa entrevista no dejé de hacer notar –y no porque estuviera obligado– que debo a esos filmes muchas de las oportunidades que recibí, de trabajar con Cronenberg y todo eso.

“Es cuestión de gustos. En lo personal me gusta la versión extendida de la primera película porque es menos generada por computadora, tiene más escenas cara a cara y se tomaron menos libertades, digamos, y yo así lo prefiero. Todavía tenía el espíritu de Tolkien –estaba impreso a todo lo largo–: es lo que prefiero, según la forma en que lo leí; sentí que la primera fue más representativa. No dije que [Peter] hubiera arruinado todo, sólo que no me había gustado tanto. Es sólo una opinión, no significa que lo critique. Siento lo mismo con las películas de Batman: después de un tiempo, siento que me han golpeado en la cabeza demasiadas veces.”

No es difícil ver por qué los intereses personales de Mortensen están en otra parte: cita a Matt Ross, director de Captain Fantastic; a David Cronenberg, con quien ha trabajado tres veces, y a Peter Weir, quien dirigió su debut fílmico en Witness (1985), como tres directores cuya forma de hacer cine disfruta más. No es que no sea fan de la serie del Hobbit, de Jackson, que culminó con la Batalla de los Cinco Ejércitos en 2014. Muy al contrario: Fui al estreno de cada una con mis lentes de 3D en primera fila.

Incluso afirma que se planteó un retorno de Aragorn en los filmes de The Hobbit, pero el tema se silenció después sin mayor ceremonia.

En las primeras etapas me lo preguntó un productor, revela Mortensen. “Le dije: ‘No está en el libro; es 60 años antes y tendría que haber sido un niño’. Contestó: ‘Sí, podemos tomarnos algunas libertades’, y yo le dije que me gustaría leer el guión y que si iba a reaparecer me gustaría volver a hacerlo. Más tarde escuché –no sé si sea cierto– que hablaron con otros actores para hacer el papel. Yo esperaba saber algo, pero nunca oí nada, así que supuse que finalmente no se iban a tomar esa libertad.”

Captain Fantastic se estrenó el pasado viernes en España.

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