Alan García insiste: pena de muerte para rebeldes senderistas

AP
Lunes, 18 de Diciembre de 2006

El Ejecutivo envió el mes pasado al Congreso un proyecto de ley que establece la aplicación de la pena capital para terroristas. Foto AP

ver galería

Lima, Perú, 18 de agosto. El presidente Alan García pidió el lunes al Congreso que apruebe la aplicación de la pena de muerte para terroristas, al calificar como "demoniaco" el reciente ataque de una columna rebelde del grupo subversivo Sendero Luminoso, que emboscó y mató a cinco policías, dos empleados de una empresa estatal y un menor de edad.

"Que el primer poder del Estado (el Congreso) nos dé las facultades necesarias a los jueces y al Poder Ejecutivo para terminar definitivamente con estos rezagos que necesitan la máxima energía y la mayor sanción que la ley humana y divina permite", dijo García en el Palacio de Gobierno.

El Ejecutivo envió el mes pasado al Congreso un proyecto de ley que establece la aplicación de la pena capital para terroristas, una propuesta que desató las críticas de los detractores de García que lo acusan de usar recurrentemente ese tema como cortina de humo.

El sábado último, una columna rebelde emboscó a un grupo de cinco policías y dos empleados de la Empresa Nacional de la Coca (ENACO), que se movilizaba en la selva como parte de una operación para detectar traslados ilegales de hoja de coca cerca de la localidad de Machente en la zona del valle de los ríos Apurímac y Ene. En el ataque también murió un menor de edad, según dijo el ministro de Defensa, Allan Wagner.

"Esto debe ser una llamada de atención a la conciencia ciudadana, que todavía el enemigo está allí, y mientras exista un terrorista con un fusil en la mano, será una amenaza a toda la nación", dijo el lunes Wagner en un discurso pronunciado en una ceremonia castrense.

Analistas consideran que los atacantes eran senderistas aliados a narcotraficantes, que actuaron en represalia por la incautación de cargamentos de hoja de coca e insumos químicos empleados para transformarla en cocaína y han señalado una supuesta negligencia del gobierno para combatir a esas bandas.

Wagner atribuyó el hecho a "una grave irresponsabilidad nacional en no haber mantenido una capacidad de fuerza y de acción" contra los grupos terroristas y también los otros grupos ilegales que operan en esa zona como el narcotráfico, y los taladores ilegales de madera.

La zona del ataque, a unos 360 kilómetros al sudeste de Lima, es conocida por ser refugio de rezagos del otrora poderoso Sendero Luminoso, y narcotraficantes a los que los primeros brindan protección a cambio de dinero para subsistir.

"Para atacar a las fuerzas del orden, (los narcotraficantes) específicamente utilizan a Sendero Luminoso como sicarios... Sendero Luminoso ya no es una organización que busca la toma del poder ni mucho menos, sino es una banda al servicio del narcotráfico", afirmó Fernando Rospigliosi, ex ministro del Interior del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006).

Sendero Luminoso fue neutralizado en 1992 con la captura de su máximo cabecilla Abimael Guzmán, actualmente en prisión, y quedó seriamente debilitado con la detención de otros líderes a finales de esa década.

En declaraciones a radio CPN, Rospigliosi señaló que actualmente la verdadera amenaza es el narcotráfico, que busca tener en Perú zonas liberadas de presencia policial y militar, como existen en Colombia y México.

"El narcotráfico es una amenaza fundamental y no le están dando la importancia debida y siguen avanzando ante la vista y paciencia de las autoridades, del anterior gobierno y de éste. Yo creo que estamos ante una situación muy peligrosa", advirtió.