Carro-bomba en aeropuerto de Madrid; 26 heridos

Mar Roman/AP
Sábado, 30 de Diciembre de 2006

El ataque se realizó en uno de los estacionamientos de la imponente nueva Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Foto AP

ver galería

Madrid, España, 30 de diciembre. Un carro-bomba estalló el sábado en la nueva terminal del aeropuerto principal de Madrid e hirió levemente a 26 personas, informaron las autoridades, y dijeron que un joven ecuatoriano y otra persona permanecían desaparecidos. El gobierno español atribuyó el atentado a ETA y declaró que éste interrumpe el alto el fuego del grupo separatista vasco.

"La violencia es incompatible con el diálogo en cualquier democracia, y esto el gobierno lo va a mantener a capa y espada", dijo el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba.

El ataque, en uno de los estacionamientos de la imponente nueva Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, pone fin a un alto al fuego de nueve meses por parte de ETA que había generado las mayores esperanzas de paz en una década. La explosión suspendió por algunas horas el tráfico aéreo en uno de los días con más vuelos del año.

El coche-bomba detonó luego de al menos tres llamadas del grupo separatista vasco ETA para alertar sobre la bomba, informaron las autoridades. ETA suele comunicarse con las autoridades o medios de prensa antes de detonar sus explosivos.

En la tercera llamada un hombre reivindicó la responsabilidad de ETA, explicó Rubalcaba en una rueda de prensa.

La detonación se produjo alrededor de las 09.30 horas (0830GMT), señaló Javier Ayuso, vocero de los servicios de rescate de emergencia del gobierno de Madrid.

Tras un llamado de advertencia de ETA, una camioneta de color marrón explotó dentro del estacionamiento adjunto a la terminal, provocando una inmensa nube humo y la caída de parte del edificio. Algunos escombros incluso se desmoronaron sobre los automóviles estacionados.

Diego Armando Estacio, un joven ecuatoriano de 19 años que se cree descansaba en uno de los vehículos aparcados, permanecía desaparecido en medio de los escombros, al igual que otra persona no identificada. Otras 26 personas resultaron heridas, la mayoría de ellas con problemas en sus oídos debido al ruido de la explosión.

El tránsito aéreo de la Terminal 4, que está conectada al estacionamiento de varios pisos, fue interrumpido durante varias horas, pero volvió a la normalidad en las primeras horas de la tarde, expresó Rubalcaba.

Los vuelos de las otras tres terminales del Aeropuerto Internacional de Barajas no resultaron afectados.

Un testigo, Renzo Zarzal, un joven de 28 años que trabaja en un puesto de peaje de una carretera cercana al aeropuerto, dijo que la explosión fue tan fuerte que se sintió en algunos edificios de los alrededores.

"Estaba afuera de mi caseta hablando con un colega cuando se escuchó una gran explosión que nos sacudió e hizo temblar al techo del complejo de peajes", dijo Zarzal.

Rubalcaba dijo que los daños en el estacionamiento eran considerables, y las imágenes de la televisión mostraron pisos desplomados y escaleras retorcidas colgadas en medio del aire.

El hecho ocurrió unas horas después de la ejecución en Bagdad del ex gobernante iraquí Saddam Hussein, lo cual despertó temores en un principio de una eventual implicación de milicianos islámicos.

Hasta poco antes del cese al fuego, ETA había continuado una serie de explosiones menores. Los atentados de ETA no han causado víctimas fatales desde mayo del 2003.

Al menos 800 personas han muerto en atentados atribuidos a ETA desde que el grupo tomó las armas a finales de la década de 1960.

El líder de la oposición Mariano Rajoy pidió que se suprima cualquier negociación con ETA. "La obligación del gobierno es tranquilizar al pueblo español y explicar si el atentado supone el fin de la tregua", dijo Rajoy, según recogió el diario El País.

El viernes, el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero había reiterado su optimismo de que la tregua de ETA condujera a la paz.

Rodríguez Zapatero interrumpió unas vacaciones familiares en el sur de España y voló hacia Madrid para seguir de cerca los hechos.