EEUU: Schwarzenegger nuevamente en la cima

AP
Miercoles, 25 de Octubre de 2006

El gobernador Schwarzenegger se coloca de nuevo en la preferencia de los electores. Foto:AP

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Los Angeles, California 25 de octubre. A Arnold Schwarzenegger le gusta concluir sus discursos con una frase de su época de Terminator: "¡Volveré!".

A juzgar por el rumbo que ha tomado su campaña en pos de un segundo término como gobernador de California, cumplirá con su promesa.

Hace tan solo un año, el ex actor de Hollywood tenía su imagen por el piso tras una serie de reveses políticos, pero ahora es claro favorito para vencer al demócrata Phil Angelides en las elecciones del 7 de noviembre.

Impulsó su renacimiento político moviéndose hacia al centro, colaborando con los demócratas en la legislatura y cuidándose de lo que dice.

Si logra ser reelegido en este estado tradicionalmente demócrata, habrá concretado "la rehabilitación más exitosa en la historia reciente" de la política californiana, según el experto en ciencias políticas Bruce Cain.

Schwarzenegger hizo algo inusual en la política: Pidió perdón por sus errores, cambió de dirección y fue en contra de su propio partido.

"Se supone que uno tiene que mantener una línea", comentó Cain, director del Instituto de Estudios Gubernamentales de la Universidad de California con sede en Berkeley. "No se puede decir que Arnold sea muy coherente, pero las cosas le están saliendo bien".

Schwarzenegger fue beneficiado por la abundancia de trabajo y una economía en alza gracias a ingresos inesperados que son asignados a la educación y otros programas populares.

Su rival Angelides, por otra parte, no es muy conocido y no ha logrado generar demasiado entusiasmo entre los demócratas.

Es un individuo astuto, educado en Harvard, de 53 años, pero sin el carisma que tiene Schwarzenegger.

Allyson Dworkin, una demócrata de 43 años, votó contra Schwarzenegger en la elección especial del 2003 en que llegó a la gobernación, y no le gustan los comentarios que hizo sobre las mujeres. Sin embargo, no descarta votar por él en esta ocasión y le complacen las posturas que ha adoptado en relación con el medio ambiente.

"Me sorprendió. Pensé que hablaría mucho y no haría nada", comentó.

Cuando se le preguntó sobre Angelides, lo pensó un poco y dijo: "No sé mucho acerca de él".

Un año atrás, Schwarzenegger llegó a la gobernación sin experiencia política alguna, luego de que el electorado destituyó al demócrata Gary Davis en una elección especial. Lleno de ínfulas, arremetió contra la legislatura y los empleados públicos.

Pero luego de que los votantes rechazaron rotundamente sus propuestas tendientes a restarle poder a los sindicatos y le limitaron los gastos, adoptó una posición menos belicosa.

Se lo ve sonriente con importantes figuras del partido demócrata, incluido el alcalde de Los Angeles Antonio Villaraigosa, y tomó distancia del presidente George W. Bush, cuya popularidad baja día a día.

Aumentó el salario mínimo, creó un programa de descuentos para las medicinas y asignó más dinero a las escuelas. Además, se puso de acuerdo con los demócratas en torno a políticas para preservar el medio ambiente e invirtió mucho dinero en carreteras y otras obras públicas.

Como él mismo dijo el año pasado, en Hollywood aprendió "a escuchar a la gente".

"Si una película no tiene éxito, es obvio que no tenía una buena trama. Y yo no quiero hacer esas películas", señaló.

En un estado con tantos demócratas no puede darse nada por seguro.

Pero las encuestas indican que la mayoría de los californianos opina que no se están haciendo las cosas bien. Y algunos comentarios que hizo Schwarzenegger sobre las patrullas de vigilantes Minutemen que tratan de frenar el ingreso de indocumentados lo dejaron mal parado ante muchos votantes hispanos.

Schwarzenegger se granjeó además la enemistad del ala derecha de su propio partido, que considera que gastó demasiado, no hizo mucho para combatir a los indocumentados y está demasiado cerca de los demócratas.

Por otra parte, este es un año duro para los republicanos en general pues hay un gran malestar con la gestión de Bush y la guerra en Irak.

Los demócratas lo han pintado como un alma gemela de Bush, que favorece a las grandes corporaciones y los ricos.

"Es una réplica de Bush que trata de disimular, en la esperanza de seguir en el cargo", afirmó Angelides.

Encuestas independientes, no obstante, le dan a Schwarzenegger una ventaja de más del 10% en las intenciones de voto.