El Papa rinde homenaje a católicos perseguidos

Frances D'emilio/AP
Martes, 26 de Diciembre de 2006

El papa Benedicto XVI rindió tributo el martes a los cristianos que son perseguidos por su fe. Foto:AP

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Ciudad del Vaticano. 26 de diciembre. El papa Benedicto XVI rindió tributo el martes a los cristianos que son perseguidos por su fe, incluso los católicos que sufren por su lealtad al pontífice en aparente referencia a los fieles clandestinos en China.

A la Virgen María "le encomendamos a todos los que son perseguidos y sufren, de maneras diversas, por dar testimonio y servir al Evangelio", dijo Benedicto XVI a peregrinos el día que la Iglesia Católica festeja a San Esteban, un judío converso que fue el primer mártir cristiano.

"Con especial cercanía espiritual, pienso también en aquellos católicos que mantienen su propia lealtad al trono de Pedro sin ceder a su compromiso, algunas veces a costa de sufrimiento grave", manifestó el pontífice. La mención de San Pedro representa la autoridad papal asentada en Roma.

"Toda la Iglesia admira su ejemplo y ora para que tengan la fortaleza de perseverar, sabiendo que sus tribulaciones son la fuente de la victoria, incluso si en un momento puede parece que flaquean", dijo Benedicto XVI a los peregrinos desde la ventana de su estudio que domina la Plaza de San Pedro.

Benedicto XVI está al frente de una campaña del Vaticano por la libertad religiosa, con atención particular en las dificultades de los católicos en China leales al Papa. Los fieles en China sólo pueden orar en templos avalados por el gobierno, y Beijing considera que la ordenación papal de obispos que sirvan en territorio chino es una interferencia en asuntos internos.

Las autoridades de China han detenido a obispos y sacerdotes chinos leales al Vaticano. Millones de fieles chinos apoyan al pontífice y oran en secreto.

El Vaticano defiende también la causa de los católicos en otros lugares donde la oración en público los pone en riesgo, como en Arabia Saudí.

El martes de San Esteban es feriado en Italia, y numerosos peregrinos, turistas y romanos acuden a la Plaza de San Pedro al mediodía para escuchar al Papa y observar el enorme árbol de Navidad y el nacimiento de tamaño natural que fueron colocados en la plaza.