Enfrentamientos en Bolivia dejan dos muertos y decenas de heridos

AP
Jueves, 11 de Enero de 2007

Campesinos cocaleros reclaman la renuncia de Reyes protagonizan violentas protestas en la capital de Cochabamba. Foto AP

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Cochabamba, Bolivia, 11 de enero. Al menos dos personas fallecieron y alrededor de 90 resultaron heridas el jueves en feroces enfrentamientos entre campesinos leales al presidente Evo Morales y jóvenes opositores en el centro de la ciudad de Cochabamba, según informes oficiales y de prensa.

En medio de la refriega con piedras, palos, machetes,flechas de caza e incluso armas de fuego, tropas militares salieron a patrullar la calles, al ser la policía rebasada por los miles de contendientes. La operación abrió una tregua que se mantenía hasta el final del jueves.

En un mensaje televisado, el vicepresidente Alvaro García indicó que los muertos son dos, un opositor y un seguidor del gobierno _éste por impacto de bala_, y responsabilizó al prefecto (gobernador) de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, por los enfrentamientos en esa ciudad. La Prefectura indicó que son dos los opositores muertos.

"Queremos lamentar la actitud intransigente y autoritaria del prefecto que rechazó el esfuerzo de diálogo que hizo el gobierno, y hoy (jueves) prefirió dejar la ciudad (Cochabamba) para venir a La Paz a hacer política", indicó García, al deslindar responsabilidades para el gobierno.

Pero en declaraciones a radio Erbol, Reyes acusó al presidente Evo Morales de ser el responsable de la violencia por intentar "derrocar" a los prefectos opositores, y recordó que el mandatario se encuentra en Nicaragua, cuando debería haber permanecido en Bolivia pues la crisis se desencadenó la semana pasada.

"Lamento el mensaje del vicepresidente, a nombre del diálogo alienta la confrontación", dijo el prefecto al insistir en que no renunciará, como reclaman las agrupaciones oficialistas que realizan las protestas y asegurar que los prefectos opositores con los que se reunió en La Paz el jueves ya retornaron sanos y salvos a sus regiones.

Indicó que ellos publicarán en las próximas horas un comunicado en el que pedirán al gobierno que ceje en sus intentos de deponerlos. Sostuvo que el gobierno desató "la tragedia" en Cochabamba que "es bastión de defensa de la democracia". "Del presidente ha dependido dar garantías y de él depende restaurar la paz", agregó.

El coronel de ejército Ramiro Valenzuela dijo a la AP por teléfono que 1.500 soldados salieron a patrullar las calles de Cochabamba, que según estimó fueron tomadas por unos 20.000 manifestantes de ambos bandos.

Los seis prefectos opositores del país se reunieron durante los enfrentamientos en La Paz para defender a Reyes, cuya renuncia es exigida por campesinos cocaleros y otros sectores vinculados con el partido gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), por pretender establecer en Cochabamba un gobierno autonómico, similar a los españoles.

Al caer la noche, la policía debió extender un cordón de seguridad alrededor del hotel céntrico donde sesionaban los prefectos ante la llegada a sus inmediaciones de numerosos seguidores del MAS. Esto motivó el desplazamiento de centenares de policías en el centro de La Paz.

Pese a que Reyes dijo que los prefectos volvieron a sus distritos desde un aeropuerto militar, los manifestantes se mantenían en las puertas del hotel. Otro grupo partió hacia la Prefectura de La Paz para expulsar al gobernador José Luis Paredes, por haber recibido a sus pares opositores.

Los campesinos cocaleros oficialistas que reclaman la renuncia de Reyes protagonizan violentas protestas en la capital de Cochabamba, del mismo nombre, desde la semana pasada. El lunes quemaron la gobernación y desde hace dos días mantienen un cerco a la ciudad con cortes de rutas.

Las protestas ocasionaron que grupos de jóvenes de la ciudad se organizaran en la agrupación Juventud por la Democracia con el fin de repeler las protestas campesinas.

El miércoles intentaron expulsar por la fuerza a los campesinos llegados desde la zona cocalera del Chapare, en Cochabamba, bastión de Morales. Pero la policía lo impidió.

Poco antes de los choques, Reyes dijo que la acción para derrocarlo es "un golpe de estado" del gobierno para instalar una administración "totalitaria".

Al menos 1.500 personas permanecían retenidas por los bloqueos, en medio de llamados de la Iglesia Católica a suspender esas medidas y buscar el diálogo.

El jueves, los manifestantes vinculados al MAS nuevamente atacaron a periodistas, según imágenes de varios medios. De entre los 31 heridos que dejaron los enfrentamientos con la policía y transeúntes que protagonizaron los campesinos el lunes, al menos 10 eran reporteros.