Entre violencia, asume jefe de nuevo plan de seguridad en Irak
Sammer N. Yacoub/AP
Lunes, 05 de Febrero de 2007
Será el tercer intento por restablecer la calma desde que el primer ministro al-Maliki tomó el cargo hace casi nueve meses. Foto AP
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Bagdad, Irak, 5 de febrero. La violencia dejó al menos 17 muertos en la capital de Irak el lunes mientras el general que dirigirá a las fuerzas iraquíes en la nueva operación de seguridad en Bagdad asumió el cargo.
"Muy pronto a partir de entonces" comenzará la tan anunciada operación con el apoyo de las fuerzas estadounidenses para contener la cruenta lucha sectaria en la capital iraquí, dijo un alto comandante de Estados Unidos.
En tanto, una bomba colocada en un tacho de basura mató al menos ocho personas e hirió a 18 en un vecindario céntrico de Bagdad poco después del mediodía del lunes, dijo la policía.
Minutos más tarde estallaron dos coches-bomba en forma casi simultánea en el sur de Bagdad y causaron la muerte a por lo menos siete personas y heridas a 40.
Dos personas más fueron muertas en la capital cuando una carga de mortero cayó en otro barrio céntrico de Bagdad y una bomba escondida en basura explotó en el sector oriental de la ciudad, informó la policía.
Asimismo, dos miembros prominentes de la organización política y militar del clérigo radical antiestadounidense Muqtada al-Sadr, de la comunidad chií, fueron muertos al tiempo que altos dirigentes del grupo siguen siendo atacados tanto por los insurgentes suníes como por las fuerzas iraquíes y estadounidenses.
Alí Khazim, quien dirigió a la organización de al-Sadr en la provincia inestable de Diyala en el noreste de Bagdad, fue muerto el domingo con una bayoneta en una acción de soldados estadounidenses en su casa de la aldea de Howaider, 20 kilómetros al oriente de Bakuba, dijo el lunes Saleh al-Ageili, vocero del bloque parlamentario del movimiento de al-Sadr. La policía provincial confirmó el relato de al-Ageili.
"Lo que le ocurrió a Khazim forma parte de la serie de actos de provocación de las fuerzas de ocupación contra el movimiento de Sadr. Las fuerzas de ocupación saben bien quiénes son los terroristas y sus paraderos, así que están atacando a nuestra gente", dijo al-Ageili.
El mando militar de Estados Unidos dijo en un comunicado que soldados iraquíes apoyados por estadounidenses habían disparado y causado la muerte del líder del peligroso grupo Ejército Mahdi en Howaider. No mencionó a Khazim como la víctima.
"Al parecer el sospechoso ha facilitado y dirigido numerosos secuestros, asesinatos y otro tipo de violencia contra civiles iraquíes y la policía iraquí. Es al parecer responsable de varios ataques a las fuerzas de la coalición y de Estados Unidos en el área", dijeron los militares estadounidenses.
Khalil al-Maliki, una figura destacada del Ejército Mahdi en Basora, fue muerto por tres hombres con armas de fuego en un ataque desde un vehículo el domingo. Había sobrevivido a un intento de asesinato en la ciudad el año pasado.
Alrededor de siete dirigentes de la organización de al-Sadr han sido muertos o capturados en los últimos dos meses _al menos tres por las fuerzas estadounidenses_ luego que el primer ministro Nuri al-Maliki, también chií, le retiró su protección al grupo _uno de los promotores importantes de su ascenso al poder.
Mientras la anunciada gran operación de seguridad en Bagdad podría comenzar en días, o quizás horas, el comando militar de Estados Unidos confirmó la información difundida hace casi un mes de que el teniente general Abboud Gambar dirigirá la ofensiva.
Gambar fue colocado al frente de la operación por las presiones de Estados Unidos, que rechazaron al primer aspirante designado por el primer ministro al-Maliki _el teniente general Mohan al-Freiji.
El jefe de la operación tendrá dos subjefes, uno a cada lado del río Tigris que separa el norte y sur de Bagdad. La ciudad podría ser dividida en nueve distritos y habría hasta 600 soldados estadounidenses en cada distrito en apoyo a los efectivos iraquíes que tomarán la vanguardia en la ofensiva. Será el tercer intento por restablecer la calma desde que el primer ministro al-Maliki tomó el cargo hace casi nueve meses.
La inminente operación de seguridad, para la cual el presidente George W. Bush ha despachado 21.500 soldados estadounidenses adicionales, es considerada como la última oportunidad para sofocar la violencia sectaria que campea en la capital y regiones colindantes.