Miles honran a la Virgen de Guadalupe en el sur de California

EFE
Martes, 12 de Diciembre de 2006

Feligreses hispanos, se ha dejado escuchar desde las primeras horas de la mañana en el sur de California en honor a la Virgen de Guadalupe. Foto:PI/Antonio NAVA

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National City, California, EE.UU. 12 de diciembre.- La música de mariachis, los acordes de guitarras y una algarabía de miles de feligreses, en su gran mayoría hispanos, se ha dejado escuchar desde las primeras horas de la mañana en el sur de California en honor a la Virgen de Guadalupe.

Al conmemorarse el Día de la Virgen de Guadalupe, patrona del hemisferio occidental y especialmente de los mexicanos, las iglesias y capillas en que tiene un altar se han visto saturadas.

En National City, que constituye -al menos en decreto del gobierno local- un santuario para los indocumentados, la iglesia de San Judas Tadeo celebró con misa a las 6 de la mañana el día de la Virgen de piel morena.

"Mi mamá me bañó desde ayer. Venimos a darle gracias a la Virgencita, también a felicitarla en su día ahorita porque al rato voy a entrar a clases", dijo Jaime Cortés, de 8 ocho años, que no tenía un pelo fuera de lugar y portaba una impecable camisa blanca.

Un anciano, Elpidio García, dijo que si no se interfiriera con el silencio del amanecer, si no se escucharan los autos, se podría distinguir en toda la región la música en honor a la virgen, como si fuera un solo canto que saliera de muchas iglesias a la vez.

"Es que somos muchos mexicanos y de otras nacionalidades que hemos recurrido a la Virgen de Guadalupe como a nuestra madre", indicó.

Lo mismo ocurre en San Juan Capistrano, la antigua misión franciscana donde las visitas a la Virgen comenzaron ayer a las 5:30 de la tarde. También abundan las misas y otros actos religiosos en Santa Ana, Pasadena y el sur de Los Angeles, y las muestras de afecto a la Guadalupana son una mezcla de sacrificio personal, agradecimiento y alabanza.

A la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe en el barrio Logan, el barrio latino de San Diego, hombres y mujeres han entrado de rodillas hasta llegar al altar.

Las personas rezan o van hablando en susurros al aproximarse a la Virgen, pero más que un monólogo los feligreses reconocen en ese acto un diálogo. La Virgen les ha concedido algún milagro y ellos responden mostrando su agradecimiento con el sacrificio.

Como ningún otro día, los altares a la Guadalupana están llenos de veladoras blancas. En otra parroquia de Guadalupe en la calle Anita, más cerca a México, se han colocado letreros pidiendo a los católicos no encender veladoras corrientes, adquiridas en comercios, porque producen un humo que ennegrece las paredes.

"Estas son las mañanitas que cantaba el rey David" ha sido el coro que más se ha escuchado en las iglesias. La canción tradicional de los mexicanos para celebrar cumpleaños, "Las mañanitas" se han escuchado desde anoche en diversos puntos del sur de California.

Muchas iglesias también han programado cantos y servicios para la tarde, para que los que no tuvieron oportunidad por la mañana puedan unirse a la celebración una vez terminado su horario de trabajo.

"Para muchas familias, este día es tan importante como el 10 de mayo, el día de las madres en México, porque ya ve que en México la mayoría somos católicos y como mexicanos la Virgen es nuestra madre", dijo una joven, Nancy, que no quiso dar su apellido, aduciendo que "lo importante es lo que pasa aquí".

Lo que pasa aquí comenzó en un día como hoy en el año 1531, cuando el invierno había llegado al cerro de Tepeyac y la Virgen se dejó ver al indígena Juan Diego.

La Iglesia no le creyó al indígena y le exigió pruebas que sustentaran sus palabras. Juan Diego regresó al cerro, y al volver ante las autoridades llevaba en su túnica unas rosas que era imposible hubieran sobrevivido el frío.

Al mostrar las flores a los religiosos, se vio que la imagen de la Virgen había quedado plasmada en su túnica, pieza que aún se puede ver en la Basílica de Guadalupe en México.