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Ocho meses de prisión a soldado de EEUU que se negó a ir a Irak

George Frey/AP
Miercoles, 07 de Marzo de 2007

El 2 de septiembre saltó por una ventana de su casa en la base militar en Alemania para no ser enviado por segunda vez a Irak. Foto PI/Octavio NAVA       ver galería

Wuerzburg, Alemania, 7 de marzo. Un médico con ascendencia mexicana del ejército estadounidense que se negó a regresar a Irak por considerar la guerra inmoral fue declarado culpable de deserción el martes y recibió una sentencia de ocho meses de prisión que podría permitirle la libertad en unas cuantas semanas.

El cabo Agustín Aguayo, de 35 años, y sus abogados intercambiaron miradas felices y sonrisas al conocer la condena leída por el juez de la corte marcial que lo procesó, el coronel R. Peter Masterton.

El juez también ordenó que Aguayo sea degradado a soldado raso, pierda el derecho a su salario y sea dado de bajo por mala conducta.

Aguayo, que nació en la ciudad mexicana de Guadalajara, pudo haber sido sentenciado a siete años por deserción, la acusación más grave en su contra en el juicio de un día en los Cuarteles Leighton del Ejército, cerca de la ciudad alemana de Wuerzburg.

Poseedor de la doble nacionalidad, Aguayo ha permanecido encarcelado 161 días en espera del juicio y su abogado, David Court, dijo que su cliente podría purgar otras seis semanas más en prisión.

"Agradecemos que el juez militar diera una sentencia menor", expresó Court y consideró que Aguayo convenció a Masterton por su sinceridad. "El juez respeta la justicia".

Aguayo se abstuvo de hacer declaraciones a los periodistas al salir del tribunal. El gobierno mexicano anunció hace días la intención de concederle asistencia consular.

En ocasiones anteriores, Aguayo afirmó que se negó a regresar a Irak porque considera que la guerra es inmoral y que no podía "seguir por esa vía".

Antes de la sentencia, Aguayo se declaró culpable de los cargos menores de ausentarse sin permiso y de evitar un traslado como soldado.

Con la voz entrecortada, Aguayo dijo en el tribunal que sus convicciones lo llevaron a tomar su decisión de desobedecer órdenes.

"Respeto las opiniones de todos, y respeto la decisión de usted, entiendo que la gente no me entiende", declaró ante el juez. "Hice todo lo que pude, pero no puedo portar armas, jamás apuntaría un arma contra otra persona".

Añadió Aguayo: "Vienen al caso las palabras de Martín Lutero: 'Aquí estoy, y más no puedo hacer"'

Aguayo sirvió un año como médico en Tikrit, el poblado natal de Saddam Hussein, en el 2004 luego que el ejército rehusase un pedido suyo de ser considerado objetor de conciencia.

El 2 de septiembre saltó por una ventana de su casa en la base militar en Alemania para no ser enviado por segunda vez a Irak, y escapó a California.

Tres semanas más tarde, se entregó a las autoridades militares en Fort Irwin, California.

Al comenzar la corte marcial, Aguayo admitió los hechos en una breve declaración.

"Yo entiendo que la unidad iba a partir a Irak, su señoría", le dijo al juez. "Sí, yo deliberadamente me ausenté del envío. Yo sabía que (al ausentarme) no iba a participar en el despliegue".

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