Empresarios arremeten contra impuesto a refrescos en México

AP
Lunes, 11 de Diciembre de 2006

Refresqueras aseguran que afectará a los 638 millones de litros al año, la pérdida de más de 5.800 empleos directos y 30.700 indirectos. Foto PI/Octavio NAVA

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México, 11 de Diciembre. Grupos empresariales demandaron el lunes al Congreso no aprobar una propuesta del gobierno para gravar con 5% a los refrescos en el país, y advirtieron que el impuesto no sólo afectaría a la industria sino a las familias con ingresos más bajos.

La Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) aseguró que el gravamen especial, adicional al 15% que ya pagan por impuesto al valor agregado (IVA), se traduciría en una disminución de la demanda en 638 millones de litros al año, la pérdida de más de 5.800 empleos directos y 30.700 indirectos y una caída en la demanda de azúcares de más de 73.200 toneladas.

Durante la presentación de un estudio sobre los impactos posibles, Daniel Arenas, gerente de estudios económicos de la ANPRAC, afirmó que las familias de menos ingresos dedican una proporción casi igual de su gasto al consumo de refresco que a otros productos básicos.

Refirió que el 10% de las familias con menos recursos dedican 5,2% a la compra de refrescos, 6,5% a la tortilla y 4% al frijol.

"Esto afectaría gravemente la economía de las familias mexicanas", afirmó.

Jorge Romo, director de Comunicación de la ANPRAC, dijo que ya comenzaron pláticas con los legisladores para tratar de convencerlos para que no autoricen el impuesto, que la semana pasada propuso el gobierno del presidente Felipe Calderón, que asumió el poder el 1 de diciembre.

Según la ANPRAC, anualmente se venden 16.000 millones de litros en 1.200 puntos de venta, la mayoría pequeños comercios. El consumo per capita es de aproximadamente 152 litros al año.

En el 2005, las ventas tuvieron un incremento de 2,9% y se espera que para el cierre del 2006 sea de entre 3,5% y 4%.

En su paquete económico, el ejecutivo propuso al Congreso cambios a un impuesto especial que desde 2002 se impone a bebidas que usan edulcorantes distintos al azúcar de caña mexicana, el cual provocó una disputa con Estados Unidos y que la Organización Mundial del Comercio (OMC) indicó que violó normas comerciales internacionales.

Propuso que el impuesto de 20% se elimine y en su lugar se imponga uno de 5% a todas las bebidas sin importar si utilizan o no azúcar mexicana, lo que ha molestado al sector empresarial.

Tras una larga disputa iniciada por Estados Unidos, la OMC resolvió en marzo de 2006 que México debía eliminar el impuesto del 20%, pues viola el derecho internacional.

El Ejecutivo estima que además de cumplir con la resolución de la OMC, con el gravamen de 5% que propone se podría obtener una recaudación de 3.973 millones de pesos (unos 365,5 millones de dólares).