Encuentro oficial entre presidentes Calderón y Daniel Ortega.
Laura Rivas/PI
Jueves, 28 de Junio de 2007
Calderón Hinojosa aseguró que México y Nicaragua comparten una historia de búsqueda de soberanía. Foto PI/José ROSALES
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México, D.F., 28 de junio. Ayer por la noche, el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón Hinojosa, recibió en Palacio Nacional a su homologo en la República de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, para realizar una Ceremonia de Bienvenida e intercambiar los primeros discursos de lo que será la visita oficial entre mandatarios.
El presidente Felipe Calderón dio inicio a la Ceremonia externando su beneplácito por recibir al Comandante Ortega, acompañado de su esposa, Rosario Murillo, en lo que aseguró es una muestra del diálogo franco y cordial que han iniciado México y Nicaragua.
En breve discurso, apurado por la lluvia, Calderón Hinojosa aseguró que México y Nicaragua comparten una historia de búsqueda de soberanía y una marcada determinación para erradicar la pobreza, por lo que instó al presidente nicaragüense a trabajar en conjunto.
“Hoy podemos mirar hacia un futuro compartido, en el que se abren oportunidades para insertar a nuestras naciones con éxito en un mundo global”, dijo.
El primer mandatario mexicano subrayó la importancia de realizar intercambios de inversiones y comercio, a fin de impulsar el crecimiento conjunto de los países de América Latina y El Caribe.
Para concluir, Felipe Calderón citó, como primeras acciones para impulsar el desarrollo regional de Latinoamérica, el Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla, un encuentro que permitirá concretar consensos entre naciones, y el Plan Puebla Panamá, mediante el cual se pretende impulsar la economía mesoamericana.
Asimismo, el jefe del ejecutivo mexicano anunció la aprobación del Acuerdo de San José, mismo que atiende una solicitud del gobierno de Daniel Ortega, para que México financie tres carreteras en territorio nicaragüense, a fin de estimular el intercambio comercial.
Durante su intervención, el Comandante Daniel Ortega saludó al pueblo de México, reconociéndolo como “heroico, luchador, trabajador, digno y solidario”.
El discurso de Ortega inició con una referencia a la lluvia que prevaleció durante la ceremonia, para continuar con una extensa crítica al capitalismo y al daño ecológico que éste ha ocasionado.
“Esta lluvia nos viene bien […] ya hace falta la lluvia en estos tiempos en los que tanto daño se le ha hecho a la naturaleza”, dijo.
Ortega Saavedra enfatizó que el capitalismo global y la propuesta política “desarrollista y consumista” que lo acompaña, se han convertido en los principales devoradores del medio ambiente y de la especie humana.
El mandatario nicaragüense reprobó la actitud del Grupo de los 7 ─ Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Japón, Canadá e Italia ─ por hacer caso omiso del calentamiento global y el Protocolo de Kyoto, para sostener el modelo económico capitalista.
“Se resisten a tomar las medidas correspondientes simplemente para seguir sosteniendo un modelo económico que ya está agotado", afirmó.
El Comandante sandinista continuó su intervención haciendo un llamado a los países latinoamericanos para que decidan juntos el destino de la región y, a través de la unidad, se conviertan en una potencia mundial.
“Estos son los tiempos de la unidad latinoamericana y caribeña, estos son los tiempos de que los pueblos unamos voluntades y tengamos la capacidad y la fortaleza de decidir nuestro propio destino. Trabajando firmemente por la unidad convertiremos a América Latina y el Caribe en una verdadera potencia económica”, sentenció.
Daniel Ortega insistió en que la unidad es la única opción de desarrollo para los países latinoamericanos y aseguró que las potencias capitalistas han procurado siempre la desarticulación entre dichos gobiernos, para abusar de ellos.
“Han apostado a fragmentarnos para explotarnos mejor, o para comernos mejor como el cuento de La Caperucita y El Lobo, mientras ellos se han juntado, se han unido en un proceso histórico en donde, a pesar de las diferencias que han tenido por razones hegemónicas, vinieron acumulando las bases de la riqueza de ese capitalismo global”, agregó.
El primer mandatario nicaragüense cerró su reflexión externando el deseo de que las grandes potencias remedien el daño ecológico que han causado al planeta:
“Dios quiera que quienes tienen en sus manos realmente las posibilidades de detener esta marcha hacia el abismo, sean capaces de rectificar”, concluyó.
Al término de la Ceremonia, Calderón y Ortega se reunieron en privado durante 10 minutos y, posteriormente, cenaron con los invitados especiales de ambos países.
Durante la cena, el presidente Calderón brevemente reiteró su solidaridad a Daniel Ortega y brindó por la salud de su familia y de su pueblo.
Por su parte, el presidente Ortega habló durante cuarenta minutos más, en discurso quedo y pausado, para explicar nuevamente a los presentes, y al pueblo de México, el grave daño a los recursos naturales que han causado los países capitalistas y, particularmente, los Estados Unidos.