Exigen reapertura de la cantina más antigua de México
Prensa Internacional
Martes, 29 de Enero de 2008
| De acuerdo con declaraciones de Rubén Aguirre, hijo del antiguo propietario, la licencia del “El Nivel” sigue vigente. Foto:PI/Octavio NAVA
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México, D.F., 29 de enero. En una inusual manifestación, “Los Nivelungos” (sic.) ─ como se hacen llamar empleados y clientes de “El Nivel”, la cantina más antigua de México ─, bebieron y repartieron cervezas para exigir la reapertura del ancestral centro de reunión, luego de que el pasado 2 de enero éste cerrara sus puertas, tras perder un amparo que le permitía utilizar una parte de un edificio histórico propiedad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La Cantina “El Nivel”, fundada en 1855, en la calle de Moneda #2, esquina con Seminario, en el Centro Histórico de la Ciudad de México; ocupaba una parte del edificio que, en 1553, albergara a la Real y Pontificia Universidad de México, la primera institución de educación superior en Latinoamérica.
La licencia de funcionamiento de “El Nivel” fue el primer documento de este tipo que se otorgó en todo el país, mismo que fue rubricado en 1872 por el entonces presidente de México, Sebastián Lerdo de Tejada.
Desde esa fecha, el lugar se convirtió en guarida no sólo de los trabajadores del Centro Histórico, sino de personajes importantes de la política y el arte nacional e internacional, tales como Agustín Lara y Fidel Castro, durante la estancia de éste último en México.
Desde hace dos décadas, la UNAM ha demandado el espacio que ocupa “El Nivel” para hacerse cargo de su cuidado y conservación, junto con el resto del edificio. No obstante, un amparo otorgado al antiguo dueño del lugar impidió durante 17 años la clausura de la ancestral cantina.
En 2006, al morir don Jesús Aguirre, antiguo dueño de “El Nivel”, el amparo que permitía la operación de la cantina se perdió y la UNAM exigió el predio.
De acuerdo con declaraciones de Rubén Aguirre, hijo del antiguo propietario, la licencia del “El Nivel” sigue vigente y no descarta la posibilidad de ubicarla en otro lugar, fuera del Centro Histórico.
Entre los manifestantes que exigieron hoy la reapertura de la cantina se encontraban los meseros ─ hombres mayores que han laborado toda su vida en el mismo lugar ─, quienes no recibieron indemnización y están por cumplir un mes sin trabajo.
