Explosiones en gasoducto mexicano obligan a cierre de fábricas

Lisa J. Adams/AP
Martes, 11 de Septiembre de 2007

Funcionarios de la industria estimaron que las pérdidas por cerca de 90 millones de dólares. Foto:AP

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Veracruz, México. 11 de septiembre. La única planta de Volkswagen en Norteamérica y otros centenares de fábricas extranjeras y nacionales se vieron obligadas a cerrar el martes luego de que ataques contra oleoductos de la compañía petrolera nacional cortaran sus suministros de gas.

Funcionarios de la industria estimaron que las pérdidas tanto por los ataques como por los cierres preventivos subsiguientes están cerca de 90 millones de dólares. El director de Petróleos Mexicanos (Pemex) Jesús Reyes dijo que los ataques causarían centenares de millones de dólares en pérdidas de producción para la compañía estatal y afectaría a 10 estados.

Las seis explosiones del lunes no causaron heridos ni afectaron instalaciones petroleras importantes, pero tanto la industria como expertos de seguridad nacional dicen que el oscuro grupo izquierdista que se atribuyó las acciones ha demostrado que hay que tenerle en cuenta.

"La sofisticación requerida para planear, coordinar y ejecutar esas explosiones muestra que los perpetradores tienen la capacidad técnica para volver esos episodios en ataques terroristas o sabotaje industrial", dijo George Baker, un analista de combustibles en Houston, Texas.

El Ejército Popular Revolucionario (EPR), un grupo marxista que mató a decenas de policías y soldados a finales de los noventa, se atribuyó la autoría de las explosiones en una nota dejada con explosivo no detonado en el estado costero de Veracruz, dijo el lunes a The Associated Press un policía estatal que no estaba autorizado a ser citado por su nombre.

Diarios mexicanos publicaron el martes fotografías que muestran mensajes adicionales del grupo en un gasoducto de Pemex.

El EPR había sido debilitado por divisiones internas y estuvo mayormente inactivo en años recientes.

"Pero algo pasó que ahora tiene la capacidad de atacar los ductos, lo cual requiere una tecnología mayor una capacidad para transportarse", dijo el analista de seguridad nacional Jorge Chabat, quien añadió que el grupo está operando ahora fuera de su área tradicional de influencia en los estados de Guerrero y Oaxaca.

El lunes fue la segunda ocasión en tres meses en que el grupo se atribuye ataques con bombas como parte de lo que ha llamado su "guerra popular prolongada" contra el "gobierno anti-pueblo". En ambas ocasiones, el grupo pidió la excarcelación de lo que llamó prisioneros políticos.

En julio, el grupo dijo que era responsable por explosiones a lo largo de diferentes secciones de un gasoducto Ciudad de México y Guadalajara y suministra a cuatro estados industriales en el oeste del país.

Chabat dijo que parece improbable que el grupo cometa actos terroristas dirigidos contra la población o funcionarios gubernamentales específicos porque ello no ayudaría a su misión a largo plazo: causar inestabilidad entre las masas y eventualmente derrocar al gobierno.

Pero la habilidad del EPR de asestar un golpe fuerte a la economía no debe ser subestimada, agregó. "Si pueden atacar los ductos de Pemex, pues sí, hay que tomar lo en serio".

Pemex, que tiene miles de kilómetros de gasoductos y oleoductos, nunca podrá estar totalmente protegido, no importa cuando refuerce la seguridad el gobierno, dijo Chabat.

"Lo que hay que hacer es reforzar los servicios de inteligencia para saber cuándo quieren atacar o dónde van a atacar y evitar que esto ocurra. Es la única forma. No hay muchas opciones", afirmó.

Reyes dijo el lunes que tomaría cuatro o cinco días desde el inicio de los trabajos de reparaciones hasta que los suministros de gas sean restaurados.

Los problemas obligaron a Volkswagen AG a suspender la producción en su vasta planta en las afueras de la ciudad de Puebla, posiblemente hasta el lunes. El fabricante de artículos de vidrio Vitro SAB dijo también que estaba cerrando temporalmente seis plantas en el centro y el occidente del país, y el conglomerado Grupo Industrial Saltillo SAB (GISSA.MX) suspendió operaciones en tres fábricas de cerámicas.

La prensa mexicana dijo que más de 1.000 negocios habían sido afectados en 10 estados.