Impuestos a refrescos y cigarros en México

AP
Lunes, 18 de Diciembre de 2006

La Cámara de Diputados aprobó imponer nuevos impuestos a refrescos y cigarros a partir del 2007. Foto:PI/Octavio NAVA

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México, 18 de agosto. La Cámara de Diputados aprobó imponer nuevos impuestos a refrescos y cigarros a partir del 2007, como parte del paquete de ingresos del gobierno federal para el próximo año.

Con 371 votos a favor, 29 en contra y 16 abstenciones, los diputados avalaron un impuesto de 5% a los refrescos; mientras que con 404 votos a favor, uno en contra y cinco abstenciones, aprobaron aumentar el gravamen a los cigarros del 110% actual a 160% de manera gradual hasta 2009.

Los diputados también aprobaron con 425 votos a favor y ninguno en contra la ley de ingresos para 2007 que considera recursos por poco más de 2,26 billones de pesos (unos 209.000 millones de dólares). El monto es mayor al propuesto por el gobierno en 30.700 millones de pesos (unos 2.840 millones de dólares), entre otras cosas debido a que incrementaron el precio del barril de mezcla de crudo mexicano en 30 centavos de dólar, para quedar en 42,80 dólares.

Las medidas aún deben ser discutidas y en su caso aprobadas por el Senado, donde han surgido posiciones de algunos senadores de prácticamente todos los partidos en contra específicamente del gravamen a los refrescos, que tanto la industria como algunos legisladores consideran que afectará a las familias de ingresos más bajos.

Incluso, las dirigencias de los partidos oficialista Acción Nacional (PRD) e izquierdista de la Revolución Democrática (PRD) _los dos principales en la cámara baja_ habían pedido que no se avalara el aumento a los refrescos.

"Casi se nos ha acusado de atentar contra un artículo de primera necesidad", dijo el diputado del PRD Juan Guerra al argumentar su voto a favor del gravamen a los refrescos.

"Finalmente es libertad de cada humano tomar lo que considere necesario", añadió.

El diputado del minoritario Partido del Trabajo, Joaquín Humberto Vela, reprochó a quienes votarían a favor y les dijo que el refresco "es un consumo popular que no debe gravarse".

El impuesto de 5% fue una propuesta del Ejecutivo como compensación a la eliminación de un gravamen de 20% que desde 2002 se imponía sólo a bebidas que usaran edulcorantes distintos al azúcar de caña mexicana, y que provocó que la Organización Mundial de Comercio fallara en contra de México al considerar que violaba normas internacionales.

Ahora, el gravamen de 5% busca aplicarse a todas las bebidas sin importar el tipo de endulzante que usen, lo que ha molestado al sector empresarial que considera que se traducirá en una disminución en la demanda en 638 millones de litros al año, la pérdida de más de 5.800 empleos directos y 30.700 indirectos.

En el caso del tabaco no hubo mayor discusión y se aprobó que el actual impuesto de 110% pase a 140% en 2007, 150% en 2008 y a 160% en 2009. El incremento en 2007 se estima de entre dos y tres pesos (entre unos 18 centavos y 27 centavos de dólar) por cajetilla.