26 de Abril de 2024 | La Realidad Política
El Discurso - La realidad política  El Discurso - FacebookEl Discurso - Twitter

Las mujeres avanzan proyecto Zapatista

Eugénie Moreau/El Discurso
Lunes, 26 de Agosto de 2013

Las mujeres, sin importar su raza, credo, color o filiación política, tienen derecho a participar en la lucha revolucionaria. Foto: Antonio Nava/PI       ver galería

Las mujeres, mucho más antes, sufríamos por el maltrato y la discriminación, la desigualdad en la casa, en la comunidad. Siempre sufríamos y nos decían que éramos un objeto, que no servíamos para nada, así nos enseñaron. Nuestras abuelas sólo nos ensenaron a trabajar en la casa, en el campo, a cuidar niños, a los animales y servir al esposo. Nunca tuvimos la oportunidad de ir a la escuela, por eso no sabemos leer ni escribir, mucho menos hablar en castilla. Nos decían que una mujer no tiene derecho de participar ni reclamar. No sabíamos defendernos, ni conocíamos qué es un derecho.

Claudia, base de apoyo del Municipio Autónomo 17 de Noviembre, en el Caracol de Morelia. Participación de las Mujeres en el Gobierno Autónomo. Cuaderno de texto de primer grado del curso de «La Libertad según l@s Zapatistas», p. 46.

En diciembre de 1994, a casi un año del levantamiento armado del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), se formaron los nuevos municipios autónomos en el Estado de Chiapas. Junto con ellos, nació también la Ley Revolucionaria de Mujeres[1], que incorporó a las mujeres en la lucha revolucionaria. Bajo el único requisito de hacer suyas las demandas del pueblo, y con el compromiso de cumplir y hacer cumplir las leyes y reglamentos de la revolución. La experiencia de la Escuelita Zapatista ha sido una ocasión para ver de mas cerca el trabajo que ha llevado a cabo hasta la fecha, y que sigue vigente para el futuro.

La Ley Revolucionaria de Mujeres, herramienta de lucha para todo un pueblo:

Primero.- Las mujeres, sin importar su raza, credo, color o filiación política, tienen derecho a participar en la lucha revolucionaria en el lugar y grado que su voluntad y capacidad determinen.

Segundo.- Las mujeres tienen derecho a trabajar y recibir un salario justo.

Tercero.- Las mujeres tienen derecho a decidir el número de hijos que pueden tener y cuidar.

Cuarto.- Las mujeres tienen derecho a participar en los asuntos de la comunidad y tener cargo si son elegidas libre y democráticamente.

Quinto.- Las mujeres y sus hijos tienen derecho a ATENCIÓN PRIMARIA en su salud y alimentación.

Sexto.- Las mujeres tienen derecho a la educación.

Séptimo.- Las mujeres tienen derecho a elegir su pareja y a no ser obligadas por la fuerza a contraer matrimonio.

Octavo.- Ninguna mujer podrá ser golpeada o maltratada físicamente ni por familiares ni por extraños. Los delitos de intento de violación o violación serán castigados severamente.

Noveno.- Las mujeres podrán ocupar cargos de dirección en la organización y tener grados militares en las fuerzas armadas revolucionarias.

Décimo.- Las mujeres tendrán todos los derechos y obligaciones que señala las leyes y reglamentos revolucionarios.

Estas 10 normas concretas representan la base teórica del trabajo para la promoción de la igualdad y de la justicia en las comunidades zapatistas. Con ellas, las y los zapatistas no sólo lograron un reconocimiento de los derechos de las mujeres, sino del carácter esencial e indispensable de su incorporación en la resistencia, para lograr una verdadera lucha del pueblo en su conjunto, tal como comentaron durante las videoconferencias que se transmitieron en la Universidad de la Tierra (CIDECI-UNITIERRA): “Las Juntas de Buen Gobierno nunca hubieran sido sin las mujeres. Sin la participación de las mujeres no sería la lucha del pueblo. Sería lucha de hombres, pero no lucha del pueblo”.[2]

A partir de la ley, los esfuerzos para mejorar la condición de las mujeres se multiplicaron dentro de la construcción de la autonomía de las comunidades zapatistas. Uno de los métodos centrales que ha sido usado para promover la participación de las mujeres zapatistas tiene que ver con un trabajo de deconstrucción de los estereotipos sexistas presentes en las comunidades : las mujeres, aunque no saben leer, ni escribir, ni hablar en castilla, si son capaz de participar y de luchar de la mano con sus compañeros.

Es lo que revindicó con fuerza la Comandanta Ramona cuando, al salir por primera vez de Chiapas hasta la ciudad de México, declaro “Nunca más un México sin Nosotras”. Además de este gran ejemplo, las compañeras insurgentes también tomaron un papel central en este proceso de reflexión y discusión, haciéndose responsables de la organización de pláticas en cada pueblo, respecto al rol de las mujeres en la lucha, el trabajo y la vida cotidiana.

Este trabajo fue complementado por la toma de medidas concretas, para la promoción y el respeto de la Ley Revolucionaria. Un trabajo importante fue dedicado al desarrollo del acceso de las mujeres zapatistas a varios servicios esenciales. En términos de salud, se implementaron casas de salud y, en algunas regiones, hasta clínicas, en donde se encuentran promotoras, yerberas, parteras y hueseras. Respeto a la alimentación, la promoción de los trabajos colectivos de hortalizas es un ejemplo de acción a favor del mejoramiento de las condiciones nutritivas de l@s companer@s zapatistas en su conjunto.

La educación también debe de ser destacada como punto central de su trabajo: para luchar en contra del analfabetismo y favorecer el aprendizaje de la lectura, la escritura del el idioma español – el conocimiento de la castilla siendo un requisito esencial para poder tener un cargo dentro de las comunidades zapatistas – l@s padres de familia tienen ahora la obligación de proporcionarles educación a sus hijas.
En paralelo, se trabajó también el tema de los derechos de las mujeres dentro de sus familias, promoviendo su derecho a elegir libremente su pareja y a decidir del numero de hij@s que quieren tener.

Aunque los cambios son lentos – siguen siendo muy numerosos los matrimonios de jóvenes menores, y las familias de más de 5 hij@s – las evoluciones son visibles. En este sentido, mi Votán[2] me explicó en una platica: “yo tengo 20 años, y llevo 2 años con mi novio, pero todavía no nos queremos casar. Veremos como le haremos, pero de todas formas, si uno no quiere, nadie le puede obligar”. Además, me confió su voluntad de no tener mas de 3 hij@s.

Para garantizar el respeto de sus derechos, pero también para luchar en contra de la violencia hacia las mujeres dentro y fuera de los matrimonios, un trabajo importante ha sido impulsado en términos de justicia, la cual condena fuertemente todos los casos de maltrato o violación. Además, nuestra atención no debe de enfocarse unicamente en las leyes y los reglamentos, sino también mirar hacia la forma en que han sido promovidos: los cargos dentro de la comisión de honor y justicia son compartidos entre hombres y mujeres, con un cuidado especifico atribuido al manejo de los casos de violencia de género.

“En cuestión de honor y justicia, de compañeras, como en el municipio nos turnamos, dos consejas, dos consejos, dos honor y justicia hombre y mujer, y la compañera, por ejemplo si una compañera tiene un problema lo que va a contar la compañera, por ejemplo si es violación, tiene que platicar con la compañera honor y justicia. Ya es ella, la de honor y justicia, se coordina con los honor y justicia hombres para que la compañera no tenga pena con el compa. Es así como hace de honor y justicia.” Podemos leer más en el comunicado intitulado “L@s Mas pequeñ@s 4.- Las Compañeras: tomar el cargo”, séptima parte de la serie “ELLOS Y NOSOTROS”.

Aunque no significa que todos los problemas ya estén arreglados dentro de las comunidades, “también hay cosas que no se están cumpliendo todavía. Existe el machismo, hay compañeras que reciben maltrato por el compañero, todavía hay miedo de reclamar los derechos porque hay debilidad”, expresa Amelia, ex-integrante de la Junta de Buen Gobierno de Morelia[3], la iniciativa debe de ser subrayada: ¿cuántos son, en nuestras sociedades, los casos de no denuncia por miedo al enfrentamiento con agentes de policía machistas? Seguramente, tendríamos mucho que aprender de ella.

Copyright © 2024 El Discurso · eldiscurso.com.mx
powered by

Visitas: 12104384