Legisladores solicitan intervención federal en el caso de Elvira Arellano

Prensa Internacional
Jueves, 23 de Agosto de 2007

El punto de acuerdo de la Comisión Permanente condena enérgicamente la deportación de Elvira Arellano. Foto PI/Francisco GÓMEZ

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México, D.F., 23 de agosto. El día de ayer, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó un punto de acuerdo para solicitar al gobierno federal su intervención diplomática ante los Estados Unidos, a fin de que se resuelva el caso de la migrante Elvira Arellano, quien fue deportada dejando a su hijo en territorio norteamericano.

El punto de acuerdo, presentado por el diputado Jesús Humberto Zazueta Aguilar del Partido de la Revolución Democrática, exhorta al presidente Felipe Calderón para que, a través de la Cancillería Mexicana, entregue una enérgica nota de protesta diplomática al gobierno norteamericano por las acciones de los agentes migratorios que impidieron al Consulado General de México en Los Ángeles brindar asistencia a Elvira Arellano durante su deportación, con lo que violaron las garantías consagradas en la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.

Asimismo, el punto de acuerdo de la Comisión Permanente condena enérgicamente la deportación de Elvira Arellano y la separación forzada de su hijo Saúl, quien se quedó en territorio norteamericano.

Tras haberse presentado la resolución del acuerdo con carácter de urgente, el pleno decidió aprobarla con la anuencia del total de los grupos parlamentarios.

De acuerdo con los legisladores, el caso de la señora Elvira Arellano representa la cadena de historias de separación de familias que ha construido el gobierno estadounidense con las deportaciones.

La ciudadana Elvira Arellano estuvo presente durante la Sesión de la Comisión Permanente para agradecer el apoyo de los legisladores y anunciar que el próximo 12 de septiembre encabezará una manifestación pacífica en la frontera con los Estados Unidos, para solicitar al país vecino la reforma migratoria.

Elvira Arellano resistió durante un año, refugiada en el santuario de la Iglesia Metodista de Chicago, Illinois, el proceso de deportación que iniciaran en su contra las autoridades norteamericanas de migración.

La ciudadana mexicana, que es madre soltera un niño de 7 años, quien es estadounidense por haber nacido en ese país, es presidenta de la Fundación Familias Unidas y ha tenido una destacada labor activista a favor de la unión de las familias que fueron separadas por las deportaciones.