Miles de inmigrantes centroamericanos varados en sur de México
Mark Stevenson/AP
Miercoles, 15 de Agosto de 2007
| La suspensión del tren interrumpió la ruta establecida para el traslado irregular de los inmigrantes. Foto PI/Héctor GUERRERO
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México, 14 de agosto. México ordenó a la policía federal el retiro de millares de inmigrantes centroamericanos que quedaron abandonados a su suerte cerca de la frontera con Guatemala debido a que un tren estadounidense dejó de pasar por el lugar a finales del mes pasado.
Los inmigrantes _que durante décadas se habían encaramado a los vagones de carga del tren que llegaba a la frontera con Estados Unidos_ desconocen al parecer que el ferrocarril suspendió las operaciones el 29 de julio. Una vez que ingresan a México sin documentos, terminan varados, temerosos y sin cobijo en pequeñas localidades ferrocarrileras como Tenosique en el estado de Tabasco, sobre la costa suroriental del Golfo de México.
La compañía ha operado trenes de carga en dos pares de vías en el sur de México, uno cerca de la selva del norte de Guatemala y otro que bordea la costa occidental desde la frontera guatemalteca.
Es posible que traficantes de personas, vendedores y otros individuos que se benefician económicamente del ingreso de inmigrantes los estén alentando a ingresar, aunque hace dos semanas la empresa Genesee & Wyoming Inc. _radicada en Connecticut_ dejó de operar el recorrido Chiapas-Mayab que conecta a la zona fronteriza con otras rutas ferroviarias en el centro de México.
"Les están diciendo que (el tren) sí va a llegar", señaló el fraile franciscano Juan Pablo Chávez Vargas, aunque nadie sabe si las operaciones serán reanudadas.
La vocera Jeannette Rosado dijo que los daños a las vías causados por un huracán obligaron a la compañía a retirarse. Añadió que trabajadores ferroviarios fueron asaltados y que los migrantes que viajaban clandestinamente demoraban las operaciones y costaban dinero a la empresa.
"No es lo mismo hacer andar un tren normal o hacerlo andar con 300 personas en el techo", dijo Rosado.
Los migrantes centroamericanos siguen llegando a los pueblos donde antes se trepaban a los trenes. Miles siguen acampando junto a las vías, esperando trenes que nunca llegarán, dijo el cónsul guatemalteco Rogelio Méndez.
"Es terrible, en la ciudad hay alrededor de unos 4.000 más o menos varados", dijo Chávez Vargas, quien dirige un albergue para inmigrantes en Tenosique. "No pueden salir, y para salir de aquí, tienen que caminar unos 300 kilómetros (160 millas) para llegar a la más próxima estación de ferrocarril que les puede llevar", indicó el martes, el día de la operación policial.
Incapaces de andar semejante distancia y temerosos de las inspecciones migratorias que han sido intensificadas en los caminos de la zona, numerosos inmigrantes aguardan con la vana esperanza de volver a ver el tren _que con frecuencia quedaba atestado hasta el techo con indocumentados.
Mientras, numerosos inmigrantes pasan la noche en el campo o bajo los árboles en las afueras de localidades cercanas a la vía del tren. "Pero han comenzado a invadir el centro del pueblo", dijo el agente de policía Guadalupe Juárez, de Tenosique.
Entonces, es cuando el gobierno tomó cartas en el asunto.
"Sabemos de las condiciones, de las penurias que están pasando en esos países, y en este caso no podemos permitir que les pase algo", dijo el gobernador tabasqueño Andrés Granier. "Tampoco que arriesguen hasta su vida por llegar a Estados Unidos".
Granier calculó que se encuentran unos 2.000 inmigrantes en Tenosique y ordenó a la policía estatal que los ayude a abordar autobuses para regresar a sus países.
Sin embargo, cada vez más inmigrantes se apiñan en otra estación de ferrocarril ya en desuso en Arriaga, una ciudad en el vecino estado de Chiapas donde otra caminata más corta pero igualmente temida les espera si desean llegar a la próxima terminal en funcionamiento.
La suspensión de las operaciones interrumpió la ruta que fue establecida hace mucho tiempo para el traslado irregular de los inmigrantes, que por centenares subían en cada ocasión hasta el techo de los vagones cargados de combustibles, maíz y cemento.
En última instancia, sin embargo, no fueron los inmigrantes sino las malas condiciones de la vía las que llevaron a Genesee & Wyoming a retirarse de su concesión para operarla por 30 años. Numerosos tramos fueron dañados por un huracán en el 2005.
El gobierno dice que espera tener la vía en plenas condiciones de funcionamiento a mediados del 2008 y asignarla a otra empresa.