Obispos piden renegociación del TLCAN
Prensa Internacional
Lunes, 14 de Enero de 2008
| Los obispos señalaron que existe el riesgo que se incremente el empobrecimiento en el medio rural e indígena. Foto:PI/Dan LÓPEZ
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México, D.F., 14 de enero. Obispos de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, de la Conferencia del Episcopado Mexicano, se pronunciaron hoy por la renegociación del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), luego de señalar que éste atenta contra los derechos de las personas más pobres.
En conferencia de prensa, los obispos de Monterrey, Guadalajara, Chalco, Tuxpan, San Cristóbal de las Casas, Tijuana y Ciudad Nezahualcóyotl, leyeron un documento con 33 puntos en el que exponen los motivos para rechazar dicho el TLCAN, además de pronunciarse por su revisión.
El documento, leído por los obispos Carlos Garfias Merlos y Gustavo Rodríguez Vega, de ciudad Nezahualcóyotl y Monterrey, respectivamente, explica que México no está preparado para la apertura de las fronteras porque actualmente el mercado internacional sobrepasa los límites nacionales.
“Nunca podrán competir, en las circunstancias actuales, con los enormes subsidios que los gobiernos del Estados Unidos y Canadá otorgan a sus agricultores, y quedarán en una situación desventajosa, si no se implementan medidas que regulen y compensen las asimetrías de nuestras economías”, asentaron.
Asimismo, los obispos señalaron que, de no enmendarse el capítulo agropecuario del TLCAN, existe el riesgo que se incremente el empobrecimiento en el medio rural e indígena, lo que generará mayor migración hacia los Estados Unidos, además de que impulsará la comisión de ilícitos.
“Otro riesgo, que no se puede desatender, lo presenta la tentación de los cultivos ilícitos, puerta abierta a la inseguridad y a la violencia”, indicaron.
La Comisión de obispos aseguró que, en un escenario en el que ya no sea rentable para los campesinos sembrar su propio maíz y fríjol, pasarán de ser productores a consumidores, haciéndolos dependientes de los grandes productores nacionales, estadounidenses y canadienses.
“La dependencia alimentaria tiene efectos sociales muy graves en una sociedad tan desigual como la nuestra. Por ello, el estado mexicano tiene la obligación de garantizar el derecho humano a la alimentación y de proteger la producción nacional”, añadieron.
Por otra parte, los representantes católicos señalaron que la falta de producción de maíz mexicano abrirá las puertas a las semillas genéticamente modificadas, las cuales producen alimentos dañinos para la salud.
Para concluir, los líderes de la iglesia pidieron la solidaridad de los creyentes católicos hacia las causas del campo y solicitaron abiertamente al gobierno federal la renegociación del TLCAN y el incremento de los apoyos para el sector agropecuario.
“A la par de los esfuerzos por la viabilidad de la renegociación, es necesario que las autoridades federales incentiven su creatividad para generar mecanismos de desarrollo que ayuden a los campesinos e indígenas a ir superando los efectos negativos del Tratado”, finalizaron.
