Padecen estrés el 43% de los adultos en México
Prensa Internacional
Domingo, 23 de Marzo de 2008
| El estrés es también un factor de riesgo asociado con los infartos al miocardio. Foto:PI/Francisco GOMEZ
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México, D.F. La investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Consuelo Hernández Troncoso, afirmó que el 43 por ciento de los adultos en nuestro país padecen estrés, lo que pone en riesgo latente su salud, ya que éste, en muchos de los casos, es acompañante de enfermedades como gastritis, cirrosis, problemas cardiacos y respiratorios, e, incluso, cáncer.
De acuerdo con la investigadora, el estrés, además de ser un síntoma presente en el 90 por ciento de los padecimientos mentales y emocionales, es también un factor de riesgo asociado con los infartos al miocardio, la primera causa de muerte en México.
Hernández Troncoso sostuvo que las principales causas de estrés en la población mexicana son los problemas económicos, emocionales, familiares o de pareja, además de los recorridos cotidianos de grandes distancias, la búsqueda de mejores condiciones de vida y el desempeño laboral insatisfactorio o ajeno a las capacidades.
La psicóloga universitaria subrayó que el estrés, identificado como la ansiedad, presión o angustia con la que responde el individuo a su entorno, tiene la cualidad de desgastar o modificar la capacidad inmune del cuerpo, por lo que es causa de múltiples enfermedades.
Consuelo Hernández aclaró que el estrés no siempre es negativo, ya que es una respuesta fisiológica que lleva a resolver los problemas o a tomar acciones, no obstante, cuando sale de control, puede traer consigo diversos padecimientos.
De acuerdo la información difundida por la UNAM, la especialista explicó que el estrés se divide en dos tipos: el distrés, una sobredemanda de energía causada por el entorno, y el eustrés, una exigencia adoptada desde un enfoque positivo.
En este sentido, Hernández indicó que el estrés, sea positivo o negativo, puede ser transferido del adulto a los menores.
“Es una respuesta que va a presentar el niño muchas veces por imitación, por aprendizaje”, explicó.
La experta en temas conductuales expuso que el estrés llega incluso a presentarse en nonatos, no obstante, la etapa en donde más se manifiesta es en la adolescencia, donde el menor sufre cambios físicos y emocionales, para los que no está preparado.
“Los niños y los jóvenes viven en constantes transformaciones, y si no se les prepara, el estrés puede generar problemas de adaptación o emocionales. Son más vulnerables dada la poca experiencia que llevan de aprendizaje y no pueden cambiar de escenarios que dependen del adulto”, comentó.
Hernández Troncoso puntualizó que, cuando los pequeños y los adolescentes están estresados, presentan dolores de espalda, sudoración, náuseas, fatiga crónica, jaqueca, estreñimiento, diarrea, dolores estomacales, hipertensión arterial o alteraciones de la piel.
Para finalizar, la especialista alertó a la población sobre la necesidad de no subestimar el estrés y atenderlo oportunamente, para evitar padecimientos mayores.
“De no tratarse clínicamente, este mal se convierte en una bomba de tiempo que puede generar daños a