UNAM: En aumento la violencia social
Prensa Internacional
Jueves, 27 de Diciembre de 2007
| Las emociones juegan un papel fundamental en el comportamiento violento. Foto:PI/Francisco GÓMEZ
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México, D.F., 27 de diciembre. De acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las conductas violentas son cada vez más comunes en la sociedad y pueden considerarse como un alarmante problema de salud pública.
Así lo afirmó la directora del Laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología de la Facultad de Psicología de la UNAM, Feggy Ostrosky-Solís, quien desde hace varios años ha investigando la neurobiología de la violencia y las emociones en los seres humanos.
Los trabajos que realiza el laboratorio comandado por Ostrosky-Solís son precursores en México y forman parte de una tendencia mundial, sin embargo, la investigadora reconoció que existe poca información sobre lo que sucede en el cerebro de las personas violentas, las causas fisiológicas que los orillan a dañar a sus familiares o a personas extrañas, así como sobre los medios para prevenir y controlar esas conductas.
Para responder dichos cuestionamientos, la académica se ha dedicado a investigar lo que sucede en el cerebro de los multi homicidas y asesinos seriales, a fin de conocer cómo se desarrollan dichas personalidades e identificar si existen regiones cefálicas específicas que causen la alteración.
Los estudios de la investigadora se han concentrado en conocer la interacción de la zonas anatómicas del cerebro con el ambiente en el que se desarrolla un ser humano durante su crecimiento, ya que en este periodo se forma el razonamiento moral y los mecanismos subyacentes de toma de decisiones.
La especialista en el cerebro y la conducta humana aseveró que las emociones juegan un papel fundamental en el comportamiento violento, toda vez que las actitudes irracionales tienen su origen en fuertes sobreexcitaciones.
“La línea divisoria entre lo normal y lo patológico es tenue. El cerebro es la frágil morada del alma y esto señala que existe un fino límite entre la salud mental y la enfermedad”, indicó.
En este sentido, Ostrosky-Solís explico que todos los seres humanos experimentan tristeza y preocupación, pero, cuando estos sentimientos son excesivos o inapropiados a las circunstancias, la conducta deriva al terreno de lo mórbido.
Ostrosky-Solís, autora del libro “Mentes asesinas: la violencia en tu cerebro”, explicó que en el ser humano existen múltiples tipos de emociones que se traducen en un conjunto de pulsiones básicas. Cuando dichos impulsos se mezclan, producen sentimientos complejos.
La directora del Laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología subrayó que la importancia de investigar el origen cerebral de la violencia radica en que ésta se ha colocado como un factor determinante que rige las actividades de los seres humanos, ya que debe considerársele para elegir los lugares que se frecuentan, el tiempo de permanencia en ellos, la vestimenta, los horarios de salida de casa y hasta el lugar de trabajo.