UNAM: La depresión es un problema de salud pública
Prensa Internacional
Lunes, 25 de Febrero de 2008
| La especialista en psiquiatría indicó que la manifestación de la depresión es frecuente entre los 25 y 28 años. Foto:PI/Dan LÓPEZ
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México, D.F., 25 de febrero. Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseguraron que la depresión puede considerarse como un problema de salud pública en México, debido a que el 40 por ciento de la población la ha padecido por lo menos una vez en su vida, puede llevar hasta el suicidio, y se prevé que será la principal causa de morbilidad en el año 2020.
Ileana Petra Micu, académica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM explicó que los estados de angustia, ansiedad y sufrimiento característicos en la depresión, provocan una respuesta fisiológica y cerebral que, en personas con antecedentes familiares de padecimientos cardiovasculares o hipertensión, pueden ocasionar la muerte.
De acuerdo con la especialista, la depresión es una enfermedad que afecta el estado anímico de las personas y puede catalogarse como leve, moderada o grave. Cuando el individuo permanece más de tres meses deprimido o padece depresión moderada o grave, es necesario que reciba tratamiento clínico, ya que puede estar en riesgo su vida.
Ileana Petra Micu aclaró que existen depresiones que duran sólo unas horas o pocos días, sin embargo, cuando el padecimiento es crónico, las personas pueden permanecer deprimidas toda su vida.
“Con la depresión grave, la gente piensa en el suicidio – un millón de personas terminan con su vida cada año en el mundo –, duermen o comen mucho o poco y cambian sus hábitos”, alertó.
La especialista en psiquiatría indicó que la manifestación de la depresión es frecuente entre los 25 y 28 años, sin embargo, puede presentarse también en niños y adultos mayores.
Por su parte, Benjamín Domínguez Trejo, doctor en psicología general experimental de la UNAM, subrayó que la depresión, aún cuando afecta a casi tres millones de mexicanos, ha sido satanizada, sin tomar en cuenta que el estado anímico afecta materialmente al cuerpo humano.
“Ahora ya se sabe en qué parte del cerebro se generan principalmente las actividades emocionales, en la ínsula, en lo que técnicamente se llama Interocepción, que es la producción de los sentimientos. Las personas más activas en esta zona, son más hábiles para organizar su vida personal, y a las de menor acción, les es más difícil convivir con otros”, indicó.
El especialista señaló que, de acuerdo con los trabajos realizados por el Grupo de Investigación Mente-Cuerpo de la Facultad de Psicología, se ha comprobado que un estado de preocupación o sufrimiento produce cambios que son desgastantes para la persona, porque consume más oxígeno y ello provoca una elevada oxidación.
“Mientras más oxígeno se consume, más se envejece, más se debilita, se desgasta físicamente; el estrés envejece. Conocer los estados emocionales y la salud, deja claro que algunos sentimientos pueden contribuir a que la persona se enferme más. La tristeza ligera puede ser suficiente para cambiar la frecuencia cardiaca, incluso cuando se duerme”, añadió.
El investigador refirió también que los cambios que ocurren entre una palpitación y otra están determinados por el sistema simpático y parasimpático, por lo que se puede afirmar que están estrechamente relacionados con las emociones
“Apoyados por sistemas modernos podemos ver la variabilidad de la tasa cardiaca, que es una ventana al funcionamiento emocional. Lo que ocurre durante un latido y otro, se pensó que era siempre igual, hoy se sabe que no”, aclaró.
Los especialistas de universitarios, con base en mediciones de los signos vitales, pueden determinar si el paciente requiere atención especializada o sólo sugerencias de salud.
Para concluir, Domínguez Trejo, aseguró que la variabilidad emocional es sinónimo de salud, debido a que los sentimientos negativos pueden ser anuncio de preocupaciones internas.
“La emociones positivas o negativas, tienen un elevadísimo papel adaptativo. Se necesita sentir igualmente tristeza que felicidad, dolor que alivio, ira que alegría”, concluyó.