UNAM: solución interdisciplinaria para adicciones
Prensa Internacional
Viernes, 23 de Noviembre de 2007
| Según el resultado de las encuestas, en la mitad de los hogares mexicanos se suscitan prácticas de brutalidad. Foto:PI/Karel DEL ÁNGEL
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México, D.F., 23 de noviembre. Héctor Fernández Varela Mejía, director general de Servicios Médicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que las adicciones y la violencia intrafamiliar son problemas de salud pública, relacionados entre sí, los cuales no pueden ser atendidos de manera independiente, sino a través de un método interdisciplinario e interinstitucional.
Al inaugurar el diplomado “Género, violencia familiar y adicciones”, organizado por esta semana por la UNAM, en colaboración con los Centros de Integración Juvenil (CIJ) y la Organización No Gubernamental Tech Palewi; Fernández Varela Mejía consideró que los problemas de drogadicción y violencia intrafamiliar están lejos de resolverse, ya que se requiere mejorar la formación de los profesionistas que enfrentan dichos casos, además de incentivar la colaboración interinstitucional.
De acuerdo con la información difundida por la UNAM, el responsable de Servicios Médicos anunció que el diplomado “Género, violencia familiar y adicciones” buscará congregar a un grupo de expertos de distintas disciplinas, a fin de proponer una la solución a dichos fenómenos con una visión panorámica de colaboración conjunta.
Por su parte, el director general de los Centros de Integración Juvenil, Víctor Manuel Guisa, indicó que género, adicciones y violencia familiar son temas que se han constituido en serios problemas de salud pública.
El funcionario indicó que, según el resultado de las encuestas, en la mitad de los hogares mexicanos se suscitan prácticas de brutalidad, principalmente hacia mujeres y niños, relacionadas con el uso de drogas, por ello, consideró que los profesionistas de la salud deben conocer las diversas caras del problema para brindar un tratamiento adecuado a sus pacientes.
Víctor Manuel Guisa destacó que los golpes no son la única forma de violencia, ya que las agresiones de tipo psicológico, que se presentan en etapas tempranas del desarrollo de las personas, generan un vacío emocional y una sensación de abandono, que en algún momento puede justificar la aparición de alguna adicción.
“Este tipo de cursos ayuda a explicar que este fenómeno no debe ser socialmente tolerado y, de este modo, se podrían evitar acciones de dependencia”, añadió.
En su turno, Mario Luis Fuentes Alcalá, vicepresidente del Patronato Nacional de los CIJ, enfatizó que los especialistas en atender dichas problemáticas deben tener la capacidad de rehabilitar a los pacientes no sólo en el área médica, sino avocarse a la reintegración social.
“El pensar este diplomado desde una perspectiva de género se asocia con la idea de asumir a plenitud que las cargas excesivas de violencia se ejercen sobre todo contra mujeres jóvenes. Con este curso se busca formar recursos humanos capaces de incidir, en tiempo y forma, para prevenir, proteger o reintegrar a la comunidad a todas las víctimas”, concluyó.