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Anarquistas Agentes Provocadores del Estado Mexicano

ElDiscurso/ElInsurgente EPR
Jueves, 28 de Noviembre de 2019

Golpear y Robar Periodistas Consigna de Anarquistas para eliminar pruebas. Foto ProcesoFoto       ver galería

Anarquismo agente provocador de Estado
El anarquismo desde su surgimiento ha sido un instrumento del poder burgués para infiltrar a las masas organizadas, sembrar el germen de la descomposición, desvirtuar el carácter revolucionario de la lucha de las masas oprimidas y explotadas para desde adentro ?descarrilarlas?, ésta ha sido la actuación histórica del anarquismo en el mundo. Sus bases teóricas e ideológicas son un conjunto de postulados reaccionarios que se enmascaran de libertarios para mellar el filo revolucionario de las masas y hacer de éstas un ente político amorfo, enclenque orgánicamente, por tanto, susceptible de ser derrotado por el poder burgués.
En la historia reciente de México el anarquismo se ha caracterizado por ser un agente provocador que es utilizado por el Estado para propiciar la represión y justificar la imposición de medidas autoritarias y profascistas.
Diversos son los episodios de la lucha de clases donde el anarquismo ha fungido como el catalizador de la represión y la ejecución de crímenes de Estado.
En los momentos de agudización de la lucha de clases ha hecho acto de presencia para ?radicalizar? la protesta con su máxima alternativa de ?acción directa?, para con ello allanar el camino a la represión y una vez consumada sencillamente
desentenderse del asunto, o, ahogar la indignación en el acto catártico del individualismo pequeñoburgués.
Antes y en la lucha estudiantil del normalismo rural y urbano ante la imposición de la reforma neoliberal educativa, agentes adscritos al área de inteligencia de la transmutada Policía Federal (PF) hoy parte de la Guardia Nacional (GN), en nombre del anarquismo se infiltraron como una posición ?radical? e incitaron a emprender ?acción directa?, concebida como un acto catártico de radicalismo pequeñoburgués que constituyó la provocación para que se consumara la represión que devino en presos políticos, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas de los elementos más conscientes de la Federación de Estudiantes.
Campesinos Socialistas de México (FECSM).
En Guerrero, en la Normal Raúl Isidro Burgos, ubicada en la comunidad de Ayotzinapa, municipio de Tixtla, el anarquismo es responsable de varios actos de represión y cometido de crímenes de Estado, uno de ellos el acontecido el 12 de diciembre de 2011 en la autopista México- Acapulco a la altura de la caseta de Palo Blanco en los momentos en que los estudiantes protestaban ante la falta de presupuesto negado por el Estado.
La protesta fue brutalmente reprimida y en medio de la acción policíaca fueron asesinados Gabriel Echeverría y Jorge Alexis Herrera ambos estudiantes de esta normal, uno de ellos titular del Comité de Orientación Política e Ideológica (COPI). El artero crimen fue ejecutado por elementos de la Policía Federal en coordinación con la policía estatal y los agentes anarquistas infiltrados en el contingente de los manifestantes. Los normalistas de Ayotzinapa llegaron a la conclusión de que los anarquistas ?pusieron el dedo? a quienes los tiradores de la policía debían ejecutar.
Éste y otros actos de provocación llamaron la atención de los normalistas quienes retuvieron a los anarquistas para cuestionar su actitud, dichos sujetos resultaron ser de la Policía Federal, se confirmó a través de las identificaciones que portaban y los acreditaban como miembros de dicha corporación asignados al área de inteligencia.
Posteriormente a algunos de estos jóvenes que tuvieron la dignidad y valor de denunciar ante la FECSM a los agentes de la PF, fueron asesinados o forzados a desertar de la normal. Para entonces era evidente que el anarquismo en México es agente directo del Estado, puesto en operación en el sector estudiantil en su ámbito normalista y universitario.
Antes del múltiple crimen de Estado cometido la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala sobre la humanidad de los normalistas de Ayotzinapa, se cometieron diversos crímenes de Estado como ejecución extrajudicial y desapariciones forzadas encubiertas con el velo del ?crimen organizado?. 2012 y 2013 fueron años donde el anarquismo intensificó su actuación de agente provocador para que la represión y el cometido de crímenes de Estado se consumaran sobre normalistas de Ayotzinapa, entre ellos en 2013 agentes policíacos disfrazados de ?crimen organizado? entraron a la normal y desaparecieron a un estudiante, del cual poco o nada se ha denunciado.
En la desaparición forzada de los 43 está involucrado el anarquismo, conocida entre los normalistas es la actuación provocadora anarquista antes y después de este artero crimen de Estado. Después de la desaparición forzada de los normalistas los anarquistas se apoderaron de algunos dormitorios de la normal y establecieron su ?cuartel? desde donde continuaron su labor provocadora, promovieron la descomposición, la repulsa a la organización y todo principio que conlleve disciplina consciente, lo que conduce a la pérdida de la combatividad.
En Oaxaca el anarquismo logró permear a una parte de las organizaciones populares, campesinas e indígenas que participaron en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), el resultado fue la confrontación entre hermanos de clase y la pérdida de brújula política de algunas de estas organizaciones, lo que allanó el camino para que se cometieran crímenes de Estado.
En la Ciudad de México en aquel entonces Distrito Federal, son diversas las actuaciones del anarquismo directamente como agentes provocadores del Estado, dirigidos por el ejército mexicano. Uno de esos momentos ocurrió en el mandato de Enrique Peña Nieto, el 20 de noviembre de 2014 en el contexto de las protestas nacionales por la presentación de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, en esa marcha, los anarquistas irrumpen en los contingentes para ejercer su ?acción directa?, causar destrozos en fachadas de edificios públicos y privados para después guardar silencio ante la campaña mediática de linchamiento político y criminalización de la protesta.
Fue tan burda esta operación militar de infiltración que salió a flote y en diversos medios de comunicación quedó evidenciado que los anarquistas fueron llevados en camiones del ejército, bajados a unas cuadras de donde se infiltraron en la marcha, para montar la provocación y acto seguido retirarse a sus cuarteles. Ante los cuestionamientos de algunos medios de comunicación, la respuesta del ejército fue cínica y arrogante, reconoció los hechos a través del capitán que estuvo al mando de la operación aduciendo que se trató de un asunto de seguridad nacional y punto.
Estos hechos confirmaron que los órganos de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) también utiliza al anarquismo como agente provocador y catalizador del cometido de crímenes de lesa humanidad llevados a cabo directamente por el ?honorable? ejército mexicano.
Durante todo el sexenio de Enrique Peña Nieto el anarquismo fue uno de los instrumentos utilizados por los órganos de inteligencia civil y militar para infiltrarse en las organizaciones populares, estudiantiles y magisteriales que desarrollaron protesta contra el régimen y la imposición de las reformas neoliberales. En todos los estados donde la protesta iba en ascenso se presentó el anarquismo para tratar de infiltrarse y
descarrilar o desvirtuar la voluntad popular de combatir de las masas movilizadas.
En la UNAM, el anarquismo intentó generar un clima de linchamiento político contra defensores de derechos humanos y organizaciones estudiantiles independientes para montar la provocación y se consumaran más crímenes de Estado. Diversas investigaciones periodísticas corroboraron que muchos de los asesinatos cometidos en esta institución contra estudiantes, catedráticos e investigadores conducen al anarquismo.
Uno de estos nefastos personajes promotor del anarquismo es el cubano-estadounidense Gustavo Rodríguez encubierto como ?sociólogo? en la UNAM, fue detenido por las autoridades del Distrito Federal e inmediatamente deportado a su país de origen, Estados unidos. A pesar que se le acreditó que pertenecía a la CIA, el gobierno sólo se limitó a deportarlo. Dicho sujeto meses después regresó a México para continuar fomentando el anarquismo.
Este breve recuento de hechos revela que durante los gobiernos panistas y priista los hilos del anarquismo pasan por los órganos de inteligencia civil y militar de México, y conducen a los órganos de inteligencia del imperialismo estadounidense; que el ejército y las corporaciones policíacas utilizan el anarquismo para montar la provocación, justificar la represión y el cometido de múltiples crímenes de Estado, de los cuales el comandante en Jefe está enterado, es decir, el titular del Ejecutivo.
El pasado 26 de septiembre a cinco años de la desaparición forzada de los normalistas de Ayotzinapa, en el marco de la marcha realizada en la ciudad de México para exigir justicia, el anarquismo nuevamente hizo acto de presencia para causar ?destrozos? y desviar la atención de las demandas de justicia y presentación con vida de los 43 normalistas que enarbolan los familiares, amigos, compañeros de las víctimas y organizaciones populares.
Ante estos hechos el Ejecutivo le dedicó una intervención en su conferencia mañanera en Palacio Nacional, acusándolos de ?conservadores?, en tanto que la prensa vinculada a la reacción no desaprovechó la oportunidad para criminalizar la protesta popular e incitar a la imposición de más medidas de corte fascista. ¿Casualidad o montaje provocador? Una vez más la provocación ha sido montada a través del anarquismo, está claro que el andamiaje policíaco y militar de los órganos de inteligencia no ha sido desmontado.
Ante el presente gobierno la pregunta es ¿Desarticularán al anarquismo? O ¿Seguirán utilizándolo como agente provocador del Estado? a juzgar por los hechos pretenden seguir utilizándolo como punta de lanza para fomentar la descomposición y mellar el filo revolucionario de las masas que ejercen protesta ante las injusticias sociales.
Miente o erra el Jefe supremo de las fuerzas armadas y titular del Ejecutivo federal Andrés Manuel López Obrador, tipificar a los anarquistas de ?conservadores? es ingenuo o perverso, dado que los anarquistas son agentes provocadores, está documentado y comprobado el papel provocador de los anarquistas que operan en la Ciudad de México.
Comparar a los anarquistas que hoy operan en México con los hermanos Flores Magón, aunque sea de manera superficial, es ofensivo a la memoria histórica del Partido Liberal Mexicano y
los hombres que le dieron vida, previo y durante la revolución mexicana de 1910-17.
Múltiples son los hechos en el plano nacional donde los anarquistas están involucrados en provocar la represión, todas sus agrupaciones que operan en el país conducen a las estructuras policíacas y militares del Estado mexicano.
Se comprueba la tesis marxista de que en el capitalismo el Estado es burgués, tiene carácter de clase, y mientras no sea sustituida esta maquinaria por la del proletariado, continuará en la defensa de los intereses oligárquicos para subyugar a los oprimidos y explotados.
En este contexto ¿Qué corresponde a los comunistas de este siglo? Ser congruentes con los principios del marxismo e ideales revolucionarios que nos heredaron los maestros internacionales del proletariado, en consecuencia, debemos organizar y fortalecer los organismos de combate proletario, liberar a las masas trabajadoras del corporativismo de Estado para desencadenar su acción revolucionaria contra la dictadura del poder burgués.
¡Ah! Pero no se confunda la autodefensa armada de las masas con la vulgar y vacua consigna del anarquismo, la ?acción directa?, que se reduce a un acto soez de catarsis pequeñoburguesa que no libera a las masas populares de la explotación económica y opresión política que ejerce la dictadura del capitalismo, por el contrario, el anarquismo es agente provocador de Estado y trae consigo el germen de la descomposición y la derrota.

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