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Peña se reúne con integrantes del Partido Verde Ecologista

El Discurso
Viernes, 24 de Agosto de 2012

Peña Nieto reunido dirigentes de Partido Verde Ecologista de México. Foto Omar Hernandez/PI       ver galería

Saludo a quienes representan a este partido de México, a quienes son amigos: a Jorge Emilio González y a Arturo Escobar, quienes además han sido electos para coordinar los trabajos de sus compañeros, de sus pares, tanto en el Senado de la República, como en la Cámara de Diputados, y a quienes les deseo el mayor de los éxitos y a quienes, estoy seguro, tienen la capacidad, habilidad e inteligencia para llevar a cabo una gran coordinación del esfuerzo de este grupo de legisladores que hoy tiene por delante un claro y gran objetivo: servir a México, cumplirle a México y trabajar todo el tiempo en favor de México.

Felicidades a ustedes y felicidades a todas y a todos los señores legisladores que habrán de ser parte del próximo Congreso de la Unión.

Me acompaña el señor licenciado Miguel Osorio Chong, quien tiene la tarea de coordinar el diálogo político en esta etapa, y donde hemos actuado con absoluto respeto a los tiempos que marca la Constitución y que marca la legislación electoral, para esperar el fallo que en su momento dé a conocer el Tribunal Federal Electoral de la elección que tuvo nuestro país el pasado 1º de julio.

La que he señalado fue una elección ejemplar, una elección que, sin duda, acredita el avance democrático que nuestro país ha tenido en los últimos años; que dejó ver con toda claridad la gran participación que hubo de la ciudadanía, donde más del 63 por ciento de los ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral participaron, emitieron su voto, de manera libre y razonada.

Que además, como no lo había habido en ningún otro proceso electoral de nuestra reciente historia política democrática, todos los partidos políticos tuvieron representación en más de un 95 por ciento de las casillas instaladas.

Que fue un proceso en donde hubo una presencia y se acreditó la participación de las autoridades electorales en todas las mesas receptoras de votos, lo cual sin duda habla, como señalé, de este avance democrático que ha tenido nuestro país y de la cada vez mayor -y que yo celebro- participación de la sociedad mexicana.

Qué bueno que así sea. Y hoy nos debe ocupar, desde la tarea que la sociedad nos ha confiado, el abonar para que la democracia siga siendo y, sobre todo, represente para la sociedad una forma de gobierno que contribuya al desarrollo de nuestra nación.

Lo que menos podemos permitir es que se haga de la democracia una forma que divida y genere enconos entre la sociedad mexicana. Por el contrario, debemos reconocer que en la competencia democrática es válido y es legítimo que cada mexicano tenga preferencia por cualquier expresión política que se presente en la competencia.

Pero que también actuemos con gran civilidad para saber reconocer, después de la competencia, la preferencia mayoritaria que la sociedad expresa en las urnas, y entonces demos paso a tiempos de unidad nacional, a tiempos de abonar todos, desde cualquier trinchera y desde cualquier expresión política que representemos, a trabajar por México.

Como Presidente de los mexicanos, me ocupa y me compromete el trabajar en todo tiempo por México. Lo señalé desde que hice campaña y hoy lo reafirmo: mi único compromiso está en servirle a todos los mexicanos.

Hoy me congratulo de encontrarme con quienes fueron candidatos del Partido Verde Ecologista de México, y de quien debo decir, también es mi partido, el Partido Verde, que me arropó, me cobijó e hizo propia la candidatura de un servidor. Participó en esta alianza que hicimos con el partido en el que milito con orgullo, el Revolucionario Institucional; y ambos partidos creamos la coalición Compromiso por México.

Me siento verdaderamente un Presidente electo, con el apoyo y respaldo de estos dos partidos, pero claramente con el respaldo mayoritario de la sociedad mexicana.

Hoy tenemos por delante el estar a la altura de las expectativas de la sociedad mexicana, el responder realmente a los retos y desafíos que tiene nuestro país, que sin duda son grandes, pero la emoción, el compromiso y la responsabilidad que asumimos, debe llevarnos a actuar con entrega total a la causa de México, a servirle a México.

Y a entender que esta responsabilidad, la que habremos de asumir, la que nos ha confiado la sociedad mexicana, sin duda es un privilegio, es una oportunidad que la vida nos da para poder servir a México, para poder hacer nuestra mayor contribución a que ésta y las futuras generaciones tengan el país que todos anhelamos y que todos soñamos.

No podemos tampoco dejar de reconocer los avances que generaciones anteriores a la nuestra han hecho en favor de México. Pero ahora nos toca a nosotros responder en este momento a los retos que tiene nuestro país.

Tenemos un país que a todos nos enorgullece; un país que todos amamos y queremos; y un país que nos da hoy la oportunidad de servir desde la trinchera política, para que podamos imprimir un cambio y una transformación a lo que queremos lograr de México: un país de mayor desarrollo social, donde de manera eficaz podamos instrumentar políticas públicas que verdaderamente disminuyan sensiblemente los niveles de pobreza que vive nuestro país.

Que tengamos un México creciendo económicamente, generando empleos bien remunerados, bien pagados; generando oportunidades para las nuevas generaciones, para los jóvenes, y para la sociedad en su conjunto: oportunidades laborales, de desarrollo, oportunidades para los mexicanos que, con espíritu emprendedor, quieren realmente contribuir al desarrollo económico de nuestra nación.

Queremos un país seguro, donde dejemos de repartir --y lo he señalado ya en varias ocasiones-- culpas o por qué no ha sido posible, en la estrategia ahora seguida por todos los órdenes de gobierno, darle a los mexicanos mejores condiciones de seguridad.

El Estado tiene la tarea irrenunciable de ofrecer seguridad a toda la población.

Y en la estrategia que estemos siguiendo e instrumentando en el reajuste que comprometí y que tendremos en esta materia, tendremos un propósito: una mayor colaboración y coordinación de los esfuerzos de todos los órdenes de gobierno, para que juntos, auténticamente juntos, unidos, sirvamos al alto interés y objetivo de brindarle seguridad pública a la sociedad mexicana.

Estos son, en síntesis, podría yo decir, los tres grandes objetivos: generar condiciones de mayor igualdad social, un reparto más equitativo de la riqueza. Y para eso hay varios instrumentos de la política pública, que servirán a este objetivo.

Combatir de raíz la pobreza y ofrecer oportunidades a todos los mexicanos, oportunidades a partir del crecimiento económico, y que eso implicará, entre otras acciones, el desarrollo de más infraestructura y de instrumentos que permitan realmente que los mexicanos cuenten con palancas para el desarrollo económico.

Y este último que he señalado, encontrar realmente el escenario de seguridad que todos los mexicanos anhelamos.

Estos son los grandes retos. Y para eso he comprometido el ejercicio de una Presidencia democrática. Y por ello, he postulado, antes de llegar a esta posición y desde ahora, tres reformas, aquí ya señaladas, que están orientadas a un objetivo: darle marco al ejercicio de la Presidencia democrática, comprometida con la transparencia, con una clara y mayor rendición de cuentas; comprometida también para que logremos que la contratación de la comunicación y de la decisión de logros de cada gobierno, se inscriba bajo los principios de utilidad pública y de libre expresión de la prensa de nuestro país.

Y el tener también un instrumento del Estado mexicano, que permita combatir las prácticas de corrupción, pero también que permita enaltecer, y sobre todo poner en práctica, lo que debemos tener como sociedad los mexicanos: un país que se conduzca bajo principios de ética, de moral pública y de respeto absoluto en favor de la transparencia de toda la sociedad mexicana.

Esta es la exigencia de los tiempos modernos; esta es la exigencia de los nuevos tiempos democráticos que vive el país. Y justamente mi compromiso mayor es precisamente para ejercer una Presidencia que se ajuste a estos principios elementales.

Y por eso estas son las primeras reformas que hemos postulado, y que estamos invitando a las otras expresiones políticas para que sean parte del debate que enriquezca esta visión del ejercicio democrático que debe tener la Presidencia de la República y los otros poderes del Estado.

Me propongo ejercer la Presidencia en estricto respeto también a los otros poderes, pero buscando, más que la diferencia, la oportunidad de servir, cada uno, desde sus ámbitos de competencia, al interés nacional para que México, insisto, tenga mejores condiciones.

Hemos registrado avances, y no podemos soslayarlos y menos ignorarlos. Pero también es cierto que este tiempo es oportunidad de conocer dónde están las oportunidades y los desafíos que tiene México, y que, señoras y señores nos toca ser parte de la solución, nos toca ser parte del esfuerzo que realice el Estado, desde la tarea y responsabilidad pública que habremos de asumir con la confianza depositada de la sociedad a nosotros, para que realmente México avance en la senda de desarrollo y de transformación.

Estoy convencido, no tengo duda, que ustedes comparten estos sentimientos, que ustedes comparten estos mismos objetivos.

Hace un momento al escuchar tanto a Arturo Escobar, sus palabras de bienvenida, como a Jorge Emilio González, en su intervención, claramente expresaron su compromiso con este propósito.

No es, de ninguna manera, la visión de país que tiene Enrique Peña, es el proyecto de país que todos los mexicanos tenemos, más allá de las simpatías partidarias que cada uno pueda tener, y que son muy legítimas y dignas de reconocerse. Pero hoy, pasado ya el proceso de competencia democrática, debe unirnos un solo objetivo: lograr el impulso transformador y de mayor desarrollo para México.

Cada uno sabrá lo que le corresponde hacer, nadie puede rezagarse de este objetivo.

Y yo hago votos porque todas las expresiones políticas que participan activamente en esta actividad política de nuestro país, realmente estén a la altura de responder no a los intereses de partido, a los intereses que tiene todo México.

Así habré de actuar. Y estoy seguro que así habremos de actuar todos los aquí presentes.

Yo quiero desearles a todas y a todos ustedes el mayor de los éxitos en su gestión como legisladores del Congreso de la Unión, tanto en el Senado de la República, como en la Cámara de Diputados.


Tienen la muy honrosa tarea de servirle a México desde su espacio de actuación y de responsabilidad. No la dejen pasar. La suya será una tarea activa, muy activa, propositiva, con actitud positiva, para que realmente logremos el propósito para que en este tiempo México, que ya se lo merece, que México lo merece y puede lograrlo, tenga mejores condiciones.

Yo les agradezco que al llegar aquí, a esta alta responsabilidad que me ha confiado la mayoría de los ciudadanos de nuestro país, haya tenido el arrope y el respaldo de este gran partido de México, el Partido Verde Ecologista de México. Un partido que ha venido construyendo caminos, que ha venido abriendo brecha, a partir del postulado de causas ciudadanas; el compromiso para tener un México limpio, un México donde el desarrollo económico, el desarrollo industrial y el desarrollo productivo de nuestro país sea realmente en un mayor respeto al entorno que tenemos los mexicanos, al medio ambiente que debemos de cuidar, y donde estoy convencido que es posible armonizar la premisa de crecimiento con el respeto al medio ambiente.

Esta que ha sido la causa central y original que diera lugar a este gran partido, hoy ha hecho suyas muchas otras causas de interés nacional.

Tengan certeza de que tendrán en su amigo a alguien que, desde la Presidencia de la República, respalde y apoye las muchas causas de orden social que sin duda den paso a un mayor desarrollo social de nuestro país, como lo comprometí en campaña, con compromisos particulares que hice, como los vales de medicinas, entre otros que formulé, y que hoy sólo queda una cosa: cumplir, cumplir a cabalidad, con estos compromisos.

Felicidades por el avance político que este gran partido ha tenido en la historia política y democrática de nuestro país.

Gracias por el apoyo y respaldo que invariablemente me han dado, y que hoy reafirman y expresan en este encuentro con los próximos legisladores de nuestro país; que, por igual, siempre serán correspondidos por quien cree en esta tarea de servir como Presidente de México. Y que juntos, estoy seguro, vamos a lograr la importante y sensible contribución para que México transite a mejores condiciones.

México lo merece, México lo necesita, y lo habremos de lograr juntos, en favor de México.

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