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BEISBOL MLB: Siguen pagando millones por japoneses..esta vez fue Matsuzaka

AP
Jueves, 16 de Noviembre de 2006

Matsuzaka participó en el equipo japonés que se coronó campeón en el Clásico Mundial.Foto AP.       ver galería

Nueva York. 16 de noviembre, 2006.- ¿51,1 millones de dólares no es mucha plata por un pitcher sin experiencia en las Grandes Ligas? ¿No habrá sido una arriesgada apuesta la de Boston con el fin de hacerle la vida imposible a los Yanquis?

Tampoco se conoce con certeza si Daisuke Matsuzaka en verdad domina el "gyroball", un misterioso lanzamiento del que se dice rompe en el plato más rápido que una recta.

Lo cierto es que Matsuzaka es el ejemplo más fehaciente de que el beisbolista japonés se ha convertido en la pieza más preciada durante el actual receso de temporada en las Grandes Ligas.

Da la impresión que las menciones de nombres de jugadores nipones aparecen por todas partes en las discusiones sobre refuerzos para la próxima campaña.

Se trata de un reflejo del enorme avance de los mismos en la última década, luego que otro lanzador, Hideo Nomo, irrumpiera en 1995 con los Dodgers de Los Angeles.

La presencia de los peloteros nipones ya no tiene nada de exótico.

Y de ello puede atestiguarlo Matsuzaka (17-5 y 2.13 de efectividad), objeto de una danza de millones sin precedentes.

Los 51,1 millones que los Medias Rojas de Boston ofrecieron a los Leones de Seibu, el equipo de Matsuzaka en Japón, sólo sirven para obtener el derecho exclusivo de sentarse a negociar con el pitcher.

Es ni más ni menos que el punto de partida sobre el salario que devengará Matsuzaka para hacerse compañero de Manny Ramírez, David Ortiz y compañía.

Sin tener un pelo de tonto, Matsuzaka escogió como agente a Scott Boras, un verdadero perro de presa en cuanto a buscar el contrato más elevado posible.

Un cálculo conservador podría ser uno de 10 millones anuales por cuatro temporadas. Sumando los 51,1 millones iniciales, los servicios del jugador más valioso del pasado Clásico Mundial costarían un promedio de casi 23 millones anuales.

Ello lo dejaría apenas detrás de lo que cuesta el salario de Alex Rodríguez, precisamente un cliente de Boras y que promedia los 25,2 millones.

Pero Boston no es un equipo pobre. Su nómina la pasada temporada llegó a los 130 millones, la segunda más alta de las mayores, justo abajo de los 214 que se gastaron los Yanquis.

"Es la clase de lanzador que surge cada 10 años", comentó Jeff Moorad, uno de los copropietarios de los Diamondbacks de Arizona y ex agente de peloteros. "Nuestros cazatalentos están convencidos de que es uno de los cinco mejores pitchers del mundo".

El propio Matsuzaka, a quien en Japón se le conoce con el apodo del "Monstruo", quedó algo aturdido por el ofrecimiento de los Medias Rojas.

"Me sorprendió bastante cuando me enteré de la cifra", dijo el derecho de 26 años. "Sé que la presión será enorme, pero es algo a lo que estoy acostumbrado y también disfruto".

Los Medias Rojas también se pueden consolar diciéndose que al menos sólo se desprenden de dinero. El año pasado, cuando obtuvieron a Josh Beckett de los Marlins, debieron dejaron ir al dominicano Hanley Ramírez y al venezolano Aníbal Sánchez, ambas revelaciones en Florida.

Además de armar una fenomenal rotación que incluye a Curt Schilling, Beckett y Justin Papelbon, el interés de los Medias Rojas apunta a fines mercantiles.

Tienen claro que el fichaje de Matsuzaka le abriría la puerta a la franquicia al lucrativo mercado japonés, lo cual los Yanquis han explotado hábilmente con la presencia del jardinero Hideki Matsui.

La pasada temporada tuvo como novedad la aparición en el Yankee Stadium de un cartel con el logo en japonés del diario Yomiuri Shimbun.

Lo de Matsuzaka ha eclipsado por completo a Ichiro Suzuki, de lejos el nipón con más éxito en las mayores.

Hace apenas seis años, los Marineros de Seattle desembolsaron 13,1 millones de dólares para obtener los derechos del guardabosque, entonces del Orix Blue Wave, y lo amarraron con un contrato de tres años con 14 millones adicionales.

Ichiro no defraudó al ganar el premio al jugador más valioso y ha bateado arriba de .300 en cada una de sus seis campañas, acumulando 1.354 hits.

Pero no todos se adaptan al cambio de país y cultura. Mientras Ichiro y Hideki Matsui se han destacado, Hideki Irabu y Kaz Matsui fueron mayúsculas decepciones.

Hay varios más haciendo cola. Justo 24 horas después que se anunciara que Boston obtuvo los derechos de Matsuzaka, los Devil Rays de Tampa Bay consiguieron los de Akinori Iwamura, un infielder que pegó 32 jonrones y remolcó 77 carreras en 145 juegos con los Yakult Swallows, por 4,5 millones.

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